“La deportista colombiana siempre ha tenido talento, solo que necesitaba más oportunidades y al tenerlas, en los últimos años y en diferentes disciplinas, los resultados han aparecido. Era creer y apostarles a los procesos”, dice la ciclista Lina Hernández, multimedallista en los recientes Juegos Panamericanos Junior.
Estas palabras sintetizan lo que ha ocurrido en el país con un equipo que tiene todas las de ganar, la mujer y el deporte. Y nadie más indicada que la pedalista para evidenciarlo. Hernández es integrante del equipo femenino Colombia Tierra de Atletas del Ministerio del Deporte, también hace parte del Proyecto Avanzado de Desarrollo (PAD), que trabaja en el cambio generacional. Por lo que ella representa el presente y futuro de esta disciplina.
Así es el apoyo hacia el deporte femenino en Colombia, incondicional y en aumento. Con el ciclismo, por ejemplo, la escuadra amarilla aumentará su presupuesto para el año próximo. Un total de 2.800 millones de pesos garantizarán su operación (800 millones más respecto a 2020), lo que le permitirá, además, competir por primera vez en varias carreras europeas.
La multimedallista alista entonces su pasaporte, que tiene ya visos dorados y plateados por su consagración panamericana, en la que el país ocupó el segundo lugar del medallero. En esta superó a potencias como Estados Unidos y México, pero con una ventaja: de las 145 medallas logradas por la delegación nacional, 75 fueron obtenidas por mujeres, 64 por hombres y 6 en modalidad mixta.
Con estos resultados, el deporte femenino requiere de confianza en su gestión, traducida en inversión, respaldo y procesos sólidos, los cuales viene brindando el Ministerio del Deporte, no solo en el ciclismo, sino en distintos ámbitos para su impulso y desarrollo.
Por ejemplo, el Gobierno Nacional invirtió 3.000 millones de pesos en la liga profesional de fútbol femenino, para garantizar la estabilidad laboral de las jugadores y un torneo más extenso. Todo ello para prepararse para la Copa América, en la que la selección Colombia será la anfitriona. Este reto será uno de los más grandes en 2002.
“El Ministerio del Deporte ha hecho una gran labor con ese esfuerzo para apoyar y solidificar la liga femenina, que tanto lo necesita. Y esa gestión nos demuestra que no solo es un tema de recursos, también de voluntad”, destaca Vanessa Córdoba, futbolista profesional y actual arquera del Querétaro de México.
Dicho respaldo también se confirmó con el Octogonal de Fútbol Femenino con enfoque comunitario, realizado en noviembre en Manizales con escuadras provenientes de Armenia, Pereira, Manizales, Chinchiná y Villamaría.
Para Córdoba, el apoyo por parte del Gobierno “es un paso que, como país, estamos dando, una decisión inteligente si miramos el aporte de la mujer en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Además hay que tener claro que la inversión de hoy no se refleja de manera inmediata sino a mediano y largo plazo. Y eso implica un cambio de mentalidad”.