En 2019, el panorama humanitario en el mundo se agravó. Comida, albergue, atención médica y protección fueron necesidades básicas que poblaciones enteras en el mundo no tuvieron cómo satisfacer por sus propios medios.
Así lo consignó Naciones Unidas en su informe anual sobre dicha materia, en el que alertó que, entre 2018 y 2019, el número de personas que requirió asistencia vital se incrementó en 22 millones. De continuar así la tendencia, en 2022 el número llegará a los 200 millones.
“Iniciamos 2019 esperando que las necesidades humanitarias fueran similares a las de 2018. Nos equivocamos. Los choques climáticos, la inesperada proliferación de enfermedades infecciosas y el impacto de conflictos armados, se combinaron para llevar las necesidades de la gente a niveles sin precedentes este año”, manifestó el coordinador de la Oficina de Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock.
Por eso, en cuentas de la ONU, se requerirán unos 29.000 millones de dólares en financiación, para llevar ayuda a las personas más vulnerables durante el año entrante.
Yemen, tras cinco años de guerra que han generado “la peor crisis humanitaria en la actualidad”; Venezuela, que enfrenta el deterioro de la infraestructura básica de servicios; y tanto Siria, el Congo y Sudán del Sur, por las precariedades que sufre la infancia, serán países en el foco de la ONU en 2020.
“Este año logramos paliar los efectos de desastres climáticos en Mozambique y Bahamas, así como la hambruna en el cuerno de África. Seguiremos haciendo nuestros planes humanitarios más innovadores e inclusivos”, manifestó el secretario general de la ONU, António Guterres.