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Diez parlamentarios peruanos renunciaron ayer a la bancada Fuerza Popular, hecho por el que el fujimorismo perdió la mayoría absoluta que ostentaba en el Legislativo, con la que había estado cerca de destituir al presidente del país, Pedro Pablo Kuczynski (PPK).
La desbandada responde a la sugerida expulsión de Kenji Fujimori, hasta entonces uno de los principales nombres del partido. Quienes renunciaron eran los legisladores que lo apoyaban en medio de la pugna política del hijo del exdictador peruano Alberto Fujimori con nada menos que su propia hermana, Keiko, excandidata presidencial.
“Renunciamos a la bancada de Fuerza Popular porque nosotros hemos sido atropellados de manera constante por la cúpula del partido”, declaró Kenji a periodistas en una rueda de prensa acompañado por los otros nueve congresistas.
El cisma definitivo entre Kenji y una bancada alineada en su mayoría a los preceptos de Keiko, fue por el hecho de que una comisión disciplinaria de Fuerza Popular recomendara su expulsión, junto a la de los legisladores Bienvenido Ramírez y Maritza García, por las discrepancias abiertas que mantenían con las directivas del partido.
Estas discrepancias, según explicó a EL COLOMBIANO Fernando Tuesta Soldevilla, director del Instituto de Opinión Pública de la Universidad Católica de Perú, venían de hace dos años y ya Kenji había sido amonestado por la bancada.
“Este es solo un punto de quiebre, cuyo origen se remonta a dos años atrás cuando Keiko intentó distanciarse de la figura del padre con el objetivo de ganar la elección presidencial. Kenji resintió esto y tuvo actitudes de rebeldía al no ir a votar en segunda vuelta por ella. Cuando ganó PPK, este se acercó al mandatario para gestar el indulto de su padre. Él ya tenía dos procesos disciplinarios en la bancada, y esto último ya es por reiteración”, dijo.
¿Pero qué efectos políticos cabe esperar de momento en Perú? En opinión de Soldevilla, “si bien Kenji no puede conformar formalmente por ley otro grupo parlamentario, ese artículo está siendo revisado y aún tiene posibilidades. Más allá de eso, inicia la disputa por controlar las bases de apoyo fujimoristas y es claro que la renuncia le da aire para aspirar a la Presidencia por su cuenta”.
Aldo Olano, doctor en Estudios Latinoamericanos y docente de la Universidad Externado, coincidió en el hecho de que “esto potenciaría su futura candidatura presidencial en 2021”, pero recalcó además que “lo ocurrido da un respiro a otras fuerzas al considerar que el fujimorismo perdió la mayoría absoluta”.
En cualquier caso, ese respiro no es tanto un triunfo para PPK, si se tiene en cuenta que el rechazo popular a su gestión es cada vez mayor y una nueva iniciativa para destituirlo tendría mucho más apoyo ahora, según el diario El Comercio. El mandatario sigue siendo hoy en Perú, por tanto, uno de los eslabones más débiles del poder.
Salsero a ultranza. Volante de salida. San Lázaro me protege antes del cierre. Máster en Periodismo - El Mundo (España). Redactor Internacional - El Colombiano.