Mientras que en otros países el caso se estanca, en Perú todo lo referente a Odebrecht avanza a paso firme. Esta vez no salpicó a ninguno de los expresidentes, sino que podría suscitar el cese del mandatario actual, Pedro Pablo Kuczynski , algo que no pasaba en 17 años tras el abandono del máximo cargo por parte de Alberto Fujimori (2000).
Ese es, por lo menos, el consenso de todos los expertos consultados por EL COLOMBIANO, para quienes también la mayor parte de la ciudadanía —e incluso muchos antiguos adeptos al mandatario— esperan su salida del poder.
“El Congreso tiene los votos necesarios para una destitución presidencial. Se requieren 87 sufragios en Perú. Todas las bancadas, excepto la de Kuczynski, han pedido su renuncia. Ya se puede iniciar el trámite y, aunque se requieren más sesiones, parece casi una muerte política súbita la del presidente”, afirmó Rodrigo Cruz, periodista encargado del caso Odebrecht en el diario El Comercio de Lima.
Como recalcó Cruz, se está dando una situación inédita en el país, al haber un consenso entre facciones tan distintas como el fujimorismo y la izquierda para buscar la destitución.
En eso coincide José Carlos Requena, socio principal de la consultora de análisis político 50+1: “La permanencia del presidente en el cargo es ya solo una cuestión de plazos y de modos. En primer lugar no se sabe si será algo expeditivo o tomará algunas semanas. Y en términos de modos, si será destuituido o, a pesar de que ha dicho de que no lo va a hacer, termina renunciando forzosamente”.