Tras 300 días de la invasión rusa a Ucrania, el presidente Volodimir Zelenski emprendió su primer viaje al extranjero y dejó para la postal una histórica foto: fue recibido en Estados Unidos por su par, Joe Biden, quien le aseguró nuevos sistemas de defensa antimisiles. Sin embargo, ya el Kremlin advirtió que las nuevas armas conducirán a un “agravamiento del conflicto”.
Vestido con su habitual uniforme de combate marrón, Zelenski fue recibido por Biden y su esposa Jill y entraron juntos mientras guardias estadounidenses levantaban su bandera nacional y la de Ucrania. “Vamos a seguir reforzando la capacidad de Ucrania para defenderse, en particular la defensa aérea”, dijo Biden a Zelenski.
El mandatario ucraniano aterrizó en un avión militar estadounidense en la base aérea de Andrews tras un viaje organizado en secreto por razones de seguridad. Ante su llegada, Estados Unidos anunció otros 1.850 millones de dólares de fondos, incluido por primera vez el avanzado sistema de defensa antiaérea Patriot, capaz de derribar misiles de crucero y misiles balísticos de corto alcance.
Según Zelenski, esos misiles “fortalecerán de forma significativa” el espacio aéreo ucraniano. “Será la única manera de parar la agresión de un estado terrorista”, dijo el mandatario.
Tras reunirse con Biden, el presidente habló ante el Congreso, que está ultimando un nuevo paquete de 45.000 millones de dólares en asistencia para Kiev de cara a 2023.
Ucrania teme una creciente avalancha de misiles rusos y se ha enfrentado a una serie de ataques con drones, muchos de ellos comprados por Moscú a Irán. Fuerzas rusas bombardean centrales eléctricas y otras infraestructuras civiles justo cuando el país padece el invierno.
Tras la visita, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declaró que las nuevas entregas de armas estadounidenses a Kiev conducirán a un “agravamiento del conflicto” y no son “un buen augurio para Ucrania”. Previamente, el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu, consideró “necesario” incrementar los efectivos de su ejército a 1,5 millones de militares y aumentar la edad límite del servicio militar. Ese incremento significa sumar 350.000 soldados al objetivo de 1,15 millones fijado por Vladímir Putin en agosto pasado.
Precisamente, en un discurso televisado ante altos mandos militares, el presidente Putin afirmó que Moscú no es el culpable de la invasión y se mostró de acuerdo con que Rusia necesita un ejército más numeroso. “La capacidad de combate de nuestras fuerzas armadas aumenta constantemente. No tenemos límites para la financiación. El país y el gobierno están dando todo lo que el ejército pide. Todo” .