Ayer, mientras que se revelaron más detalles del atentado y el perpetrador de la barbarie yihadista que golpeó ayer Nueva York, Estados Unidos se volcó en apoyo a los afectados y, por primera vez en más de un año, dejó a un lado la polarización que actualmente impera en todo su territorio. Líderes demócratas y republicanos, progresistas y conservadores, unieron su voz de una forma que ya parece inusual en política estadounidense.
Varias noticias respecto a la tragedia marcaron la jornada de ayer: la identidad del terrorista, el uzbeko Sayfullo Saipov, de 29 años; la evidencia de que planeó el ataque meticulosamente durante meses bajo órdenes del Estado Islámico y, por último, el hecho de que la mayoría de las víctimas mortales (5 de 8 fallecidos) eran de nacionalidad argentina y antiguos compañeros de Instituto Politécnico de Rosario, que meses atrás habían organizado ese largo viaje a la “Gran manzana” para celebrar su amistad.
Pero más allá de eso, ¿qué efectos políticos dejará el atentado en un país que hasta ahora ha estado marcado por divisiones aparentemente irreconciliables? EL COLOMBIANO abordó este interrogante con expertos.
Para Germán Sahid, máster en Defensa y Seguridad Nacional, “el hecho eventualmente, de acuerdo a las pruebas que salgan, podría favorecer la argumentación del presidente Donald Trump para impulsar sus políticas contra la inmigración. De hecho, le podría dar un argumento mucho más real para reforzar su discurso en seguridad. Además el suceso le da momentum en el Senado para obtener mayor apoyo”.
Al tratarse de un ataque en territorio estadounidense, los demócratas se verán abocados a unir filas y apoyar con ciertas restricciones frente a la inmigración. En este sentido, el mandatario puede aprovechar este escenario ajeno a la acostumbrada división partidista para avanzar en sus objetivos políticos.
David Castrillón, experto del Observatorio de Análisis de los Sistemas Internacionales de la Universidad Externado, agregó otra arista frente a la cual se beneficiará Trump, que es la de política exterior: “teniendo en cuenta que el tema se está abordando muy por encima en EE. UU, casi como un nuevo 11 de septiembre, es posible que la nacionalidad uzbeka del atacante dé para reforzar la postura de Trump hacia una mayor presencia militar estadounidense en esa región (Asia Central), concretamente en Afganistán, e incluso en otros lugares”.