Hartos del bloqueo que realiza el gobierno ante las iniciativas para salir del estancamiento en Venezuela, e impulsados por las precarias condiciones de vida que hay actualmente en el país, miles de venezolanos se agolparon ayer en avenidas, calles y plazas de todas las ciudades a hacer nuevamente presión sobre el chavismo para que permita los cambios que la nación requiere.
En Caracas, el tumulto de gente se concentró desde tempranas horas en vías como la avenida O’Higgins y la autopista Francisco Fajardo, a pesar de que distintos cordones policiales intentaron impedir que los manifestantes avanzaran con normalidad.
En dicha autopista se congregó la mayoría de caraqueños que marcharon. Familias de todas las clases, estudiantes con banderas de Venezuela y de los partidos opositores, mientras que empezaban a arribar líderes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que convocaron a la protesta.
¿Nueva estrategia?
Apenas inició la marcha, el gobernador del estado Miranda y líder opositor Henrique Capriles, informaba que la MUD anunciaría sobre horas de la tarde una estrategia a seguir para avanzar en sus intereses, dado este nuevo escenario en el que se ve imposible el referendo revocatorio contra Nicolás Maduro.
“Nos vemos en la Francisco Fajardo #LaTomaDeVenezuela ¡Atención venezolanos y el mundo, anunciaremos siguiente paso contra el golpe!”, afirmaba en Twitter.
Entretanto, ciudadanos descontentos se unían a personajes como Lilian Tintori, esposa del opositor encarcelado Leopoldo López, y expresaban en la calle la necesidad de un cambio de régimen.
“Queremos que Maduro se vaya. No es posible que nuestros hijos sufran de esa forma”, dijo a Reuters, entre lágrimas, María Rojas, una decoradora, madre de dos pequeños quien confesó que debe hacer cola con ellos en busca de alimentos y medicinas.
“Vamos a marchar hasta donde sea, hasta cuando sea. Queremos un cambio”, agregó, enfundada en una camisa blanca y una gorra con los colores amarillo, azul y rojo de la bandera venezolana.
Al cierre de esta edición, la MUD anunciaba de forma dispersa el “próximo paso” informado por Capriles con anterioridad. Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la coalición opositora, convocó a una huelga general el viernes 28, “en protesta por la violación al derecho al voto”, como señaló en rueda de prensa.
Asimismo, tanto Henry Ramos Allup, presidente de la Asamblea Nacional, como Henrique Capriles, anunciaron que la ciudadanía descontenta marchará el 3 de noviembre hasta el Palacio de Miraflores, sede del gobierno, para exigir rectificación, cambios y el fin del bloqueo sobre el referendo. Estas nuevas acciones se sumarán a las ya dadas por la oposición: intentar llevar a Maduro a juicio político y acudir a la Organización de Estados Americanos (OEA) para pedir la aplicación de la Carta Democrática.
Fuerte represión en la calle
Como se vio en la neurálgica autopista Francisco Fajardo de Caracas, imágenes similares de apoyo masivo se daban en ciudades como Maracaibo, Barquisimeto, San Cristóbal, Valencia y Mérida. En esta última, sobre la tarde, se produjeron fuertes enfrentamientos entre manifestantes y policía que dejaron 27 heridos. La mayoría de ellos por impacto de perdigones disparados por las fuerzas de seguridad.
En fotos publicadas en redes sociales, se puede ver a varios de los heridos con sangre derramada por impactos de balín o de piedras en sus cabezas. Otros estados como Zulia, Lara, Táchira, Falcón y Nueva Esparta vivieron situaciones similares tras escenas de disturbios y represión.
Capriles culpó al presidente de la violencia ejercida contra los manifestantes. “¡Tenemos varios heridos en distintos estados por órdenes de Maduro!”, afirmó en Twitter.
La indignación de los sectores promoviendo el revocatorio y el viraje para Venezuela aumentó al conocerse que los “colectivos” chavistas participaron en estos actos.