Los incendios forestales regresaron a dos partes del continente. En California, desde agosto las llamas consumen las zonas montañosas que encierran ese Estado norteamericano. En Brasil, también desde el mes pasado, el humedal conocido como Pantanal, el más grande del mundo que también tiene territorio en Bolivia y Paraguay, está en llamas. Le contamos qué está sucediendo.
California arde otra vez
Las decenas de focos que arrasan la costa desde hace días han dejado al menos 35 muertos desde el inicio del verano, 27 de ellos en la última semana en los estados de Washington, Oregón y California. Según el consenso científico, la magnitud de esos fuegos está vinculada al cambio climático, que agrava una sequía crónica y provoca condiciones meteorológicas extremas.
En California, las llamas se han cobrado 16 víctimas en la última semana, 14 de ellas en el condado de Butte, escenario en noviembre de 2018 de incendios que arrasaron la ciudad de Paradise. Los incendios ya habían dejado ocho muertos en agosto en ese estado.
El humo provocado por las llamas se extiende por zonas muy extensas y afecta el aire de las ciudades de Portland (Oregón), Seattle (estado de Washington) y San Francisco (California), que ayer estuvieron entre las más contaminadas del mundo, según la clasificación de la compañía IQAir.
Diez personas murieron en Oregón en los incendios. En Mehama, al este de la capital estatal, Salem, la Policía ha limitado el acceso a las ciudades de Mill City y Lyons, evacuadas ante el avance de los incendios. Largas filas de coches esperaban envueltas en una niebla densa. Muchos de sus conductores eran agricultores que querían regresar para alimentar a sus animales.
“Hemos vuelto a Mill City esta mañana, pero la policía nos desaconsejó hacerlo porque es peligroso”, dijo a la AFP Elaina Early, una habitante de esa pequeña ciudad atravesada por las llamas. “La casa está en pie, pero nos vamos a ir porque las condiciones no son nada buenas”.
Los incendios han consumido más de dos millones de hectáreas en la costa oeste, y la temporada de fuegos durará, en teoría, hasta noviembre.
Brasil: un humedal en llamas
El olor a quemado y el resplandor de las llamas dominan el paisaje nocturno en el último tramo de la ruta Transpantaneira, en la región norte del Pantanal (centro-oeste de Brasil), un paraíso de la biodiversidad parcialmente reducido a cenizas.
Felipe Maia, empleado en un hotel de lo que hasta ahora era una próspera área de ecoturismo, intenta con una gruesa manguera contener el avance del fuego sobre uno de los numerosos puentes de madera que permiten cruzar los ríos de esta ruta de tierra batida de 150 kilómetros, que va de Poconé a Porto Jofre, en el estado de Mato Grosso.
Pero con la sequía más severa en 47 años, los riachuelos están secos y las quemadas, habituales en esta época del año están fuera de control. Unos 23.500 kilómetros cudrados, casi un 12% del mayor humedal tropical del mundo, fueron consumidas por el fuego desde inicios de año.
“Todos los días pasamos por la carretera y cuando vemos un foco de fuego cerca, echamos agua en el puente para evitar que se incendie con las chispas”, cuenta Maia a la AFP tras empapar uno de estos pasos, a pocos metros de un área con varios montículos en llamas. Además de bomberos, numerosos equipos de vecinos, funcionarios, dueños de haciendas y guías turísticos “patrullan” los puentes.
“Es triste. Estábamos pasando por el problema de la pandemia y creíamos que tendríamos una buena temporada de turismo, pero llegaron los incendios”, lamenta Roberto Carvalho Macedo, guía de la región que integra la patrulla.
Los satélites del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) detectaron desde enero hasta el 13 de septiembre, 14.764 focos de incendio en el lado brasileño de este bioma, un aumento de 214% respecto al mismo periodo de 2019 y un número que ya superó al de todo 2005, que era hasta ahora un año récord.
“Todos los animales que hemos rescatado hasta ahora están en estado muy crítico, algunos con quemaduras hasta el hueso”, explica Amaral, que instala bebederos y cestas con frutas para los animales que consiguieron sobrevivir al fuego, pero corren peligro de morir de hambre o deshidratados. Ambientalistas de ese país intentan buscar más animales con vida en medio del pantanal.
35
personas han fallecido por los incendios forestales en EE.UU.: Gobierno.
10 %
aumentaron los incendios en la Amazonia de Brasil, de 2019 a 2020: INPE.