Consciente del temor que despierta su alianza con el Partido Comunista en los mercados, el presidente electo de Chile, Gabriel Boric, confirmó un “giro al centro” y prometió ante el empresariado “profundos” cambios pero con “diálogo” y “responsabilidad fiscal”.
“Mis palabras respecto a la gradualidad y responsabilidad fiscal no eran un disfraz de campaña, sino una convicción profunda”, aseguró Boric.
En la clausura de Enade, el foro empresarial más importante del país indicó que su Gobierno emprenderá “un camino de cambios profundos”, pero que estos “deben ser llevados a cabo con un diálogo amplio y sin exclusiones”.
“Los mejores ejemplos de cuando las sociedades salen adelante es cuando se unen y voy a insistir en ese discurso”, añadió Boric que se convirtió el pasado 19 de diciembre en el presidente más joven y más votado de la historia de Chile con más de 4,6 millones de votos.
Su victoria hizo caer al día siguiente el principal índice de la Bolsa de Santiago un 6,18 %, mientras que el dólar registró un incremento de casi 4 %, su mayor alza diaria desde la crisis financiera de 2008, hasta alcanzar los 876 pesos chilenos.
La percepción económica de Boric:
Es un crítico acérrimo del neoliberalismo instalado durante la dictadura militar (1973-1990) por lo que quiere ampliar el papel del Estado chileno hacia un modelo de bienestar parecido al de Europa.
“Nuestro actual statu quo frena el desarrollo económico y profundiza el malestar social (...) El crecimiento y la distribución de la riqueza tienen que ir de la mano”, señaló.
El presidente electo está a favor de un nuevo sistema de pensiones que reemplace al actual, de capitalización individual y defiende una ambiciosa reforma tributaria que incluye mayores cargas a los ricos y las mineras.
La reforma, explicó, no puede verse “como un enfrentamiento entre clases sociales” y debe apuntar hacia “un régimen más parecido al que tienen la mayoría de los países de la OCDE, tanto en términos de recaudación como en progresividad”.
“Lleguemos a un acuerdo que sea bueno para el país”, instó el futuro jefe de Estado, que asumirá el 11 de marzo y será el primero que no forme parte de los dos bloques tradicionales de centro que han gobernado desde el retorno a la democracia.
El estado de la economía chilena:
Boric heredará una economía que se desplomó un 5,8 % en 2020, la mayor caída en cuarenta años, pero que se ha recuperado más rápido de lo previsto: el Banco Central estima un crecimiento de entre el 11,5 % y 12 % en 2021 y de entre el 1,5 % y 2,5 % para 2022.
El líder izquierdista prometió ante los empresarios mantener un déficit estructural en torno al casi 4 %, una meta que no solo contribuirá “a la estabilidad de las finanzas públicas, sino que también a la reducción de las presiones inflacionarias”.
Chile cerró 2021 con una inflación acumulada del 7,2 %, la más alta en 14 años, después de que en diciembre los precios avanzaron un inesperado 0,8 %.