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Un juzgado de Nueva York condenó al narcotraficante mexicano Joaquín “Chapo” Guzmán a cadena perpetua más 30 años. La sentencia se conoce este miércoles después de un largo y mediático juicio.
El Chapo ha transcurrido los últimos meses en una cárcel de máxima seguridad de ese país donde apenas se le permite ver la luz del día. Su defensa intentó en reiteradas ocasiones reducir la severidad de las condiciones de reclusión del otrora capo del Cartel de Sinaloa, siendo estas peticiones negadas por la justicia de Estados Unidos.
El argumento para mantener a Guzmán vigilado las 24 horas del día fue su expediente de huidas de cárceles mexicanas. Desde su extradición, se preveía que esta condena llegaría. El Chapo ya había sido declarado culpable en febrero por un jurado de los 10 cargos que enfrentó, incluida la participación en una empresa criminal continuada y cargos de tráfico de drogas, entre otros.
El juez Brian Cogan, del tribunal de Brooklyn, aceptó así lo requerido por la Fiscalía de EE.UU y condenó de una a ocho cadenas perpetuas al Chapo, como marca la ley, por mantener de forma continuada una organización criminal, además de 30 años por el uso de armas de forma violenta, a lo que ha añadido 240 meses por blanqueo de dinero.
El Chapo habló ante el tribunal antes de dirigirse, ya de por vida, a la prisión y manifestó que él esperaba, cuando en 2017 fue extraditado, que su fama no sería un “factor determinante para administrar justicia”, pero sin embargo cree que al final “no ha sido así”.
Asimismo, el juez dio la palabra a la colombiana Andrea Velez, por quien el narcotraficante llegó a pedir un millón de dólares para que fuese asesinada. Ella recordó que pidió perdón ante la sociedad por formar parte del narcotráfico y agregó entre sollozos mirando al Chapo: “yo le pido perdón a usted y espero que me perdone”.
Los abogados del capo más buscado después de la muerte del colombiano Pablo Escobar, en 1993, anunciaron inmediatamente que apelarán esta condena.
Una narconovela verdadera
El juicio de tres meses fue un fascinante viaje a uno de los mayores y más despiadados carteles de la droga, un drama con un casting impresionante: sus propios protagonistas.
La fiscalía convocó al proceso a 56 testigos, incluidos 14 exsocios, amigos y hasta una amante del Chapo que se escapó con él desnudo corriendo por un túnel, así como a agentes del FBI, la DEA y otras agencias del gobierno.
El jurado escuchó conversaciones del Chapo con sus socios y vio ladrillos de cocaína, lanzagranadas y rifles de asalto incautados al capo.
Los testigos relataron cómo el Chapo compraba toneladas de cocaína en Colombia a 3.000 dólares el kilo y las revendía en Estados Unidos por hasta 35.000 dólares el kilo, con la complicidad de corruptos funcionarios de México.
El narcotraficante de 62 años pasará el resto de su vida en una celda de ese país.