El Senado confirmó este jueves a Ketanji Brown Jackson como la primera jueza afroamericana de la Corte Suprema en Estados Unidos.
La cámara alta del Congreso estalló en aplausos cuando la mujer de 51 años fue confirmada por 53 votos contra 47 como una de los nueve jueces, garantizando que los hombres blancos dejarán de ser mayoría en el máximo tribunal por primera vez en 233 años.
Jackson fue nominada a finales de febrero por el presidente Joe Biden, quien la calificó como una juez con “cualificaciones extraordinarias”. Tras su ratificación, el Presidente calificó su elección de “momento histórico” para el país.
“Este hito debería haber ocurrido hace generaciones (...) Pero Estados Unidos hoy está dando un paso gigantesco para hacer que nuestra unión sea más perfecta”, afirmó el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.
Jackson contó con el apoyo de tres republicanos del Senado durante un proceso de confirmación agotador y, en ocasiones, brutal, que le dio a Biden una aprobación bipartidista para su primer candidato a la Corte Suprema.
Es un logro importante para el presidente, quien presidió el comité judicial del Senado en las décadas de 1980 y 1990, lo que significa que tiene la distinción sin precedentes de nominar y supervisar el nombramiento de un juez de la Corte Suprema. Con solo 42 días, la de Jackson fue una de las confirmaciones más breves de la historia.
“Solo espero que mi vida, mi carrera, mi amor por el país y la Constitución y mi compromiso con el Estado de derecho y los principios sagrados sobre los que se construyó esta nación sean una inspiración para las futuras generaciones de estadounidenses”, dijo Jackson en febrero cuando fue nominada.
La ratificación de Jackson como primera jueza afro de la Corte Suprema en el Senado se proyectaba tormentosa. De hecho, algunos congresistas reaccionaron negativamente tras su nominación. “La jueza Jackson era la opción preferida de los oscuros intereses financieros de la extrema izquierda”, criticó el líder de la bancada republicana en el Senado, Mitch McConnell.
Brillante
“Es una de las mentes jurídicas más brillantes de nuestra nación y será una jueza excepcional”, aseguró Biden en la Casa Blanca cuando nominó Jackson insistiendo en que era un momento “histórico”. A su voz se sumó, en su momento, la del expresidente Barack Obama, quien señaló que Jackson “ya es una fuente de inspiración para las mujeres negras, como mis hijas, permitiéndoles apuntar más alto”.
Ketanji Brown Jackson fue una de las tres finalistas elegidas según criterios estrictos para, justamente, evitar críticas durante la fase de confirmación en el Capitolio. El propio Biden se implicó en la selección, entrevistando a las magistradas en la recta final del proceso.
Jackson viene de ser magistrada de la Corte de Apelaciones de la ciudad de Washington, que se considera un trampolín para los aspirantes a integrar la Corte Suprema. Consiguió el puesto con el respaldo de tres senadores republicanos.
Sustituirá al magistrado progresista Stephen Breyer, quien se jubilará a finales de junio. La principal instancia judicial estadounidense quedará integrada entonces por seis conservadores (entre ellos una mujer) y tres progresistas, todas ellas mujeres.
Ketanji Brown Jackson, madre de dos hijas, se crió en Florida y está casada con un cirujano. Se graduó en la prestigiosa facultad de Derecho de la Universidad de Harvard.
En 233 años de existencia, la Corte Suprema de Estados Unidos solo ha tenido dos jueces negros, uno de los cuales, Clarence Thomas, fue designado por George Bush padre y todavía ejerce el cargo.