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El camino del segundo juicio político a Trump en el Senado

  • Los cargos del segundo juicio político a Donald Trump llegarán este lunes 25 de enero al Senado. FOTO: EFE
    Los cargos del segundo juicio político a Donald Trump llegarán este lunes 25 de enero al Senado. FOTO: EFE
22 de enero de 2021
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El magnate Donald Trump ya dejó la presidencia de Estados Unidos, pero aún tiene un pendiente de sus días como mandatario: el segundo juicio político en su contra que aprobó la Cámara de Representantes por los cargos de “incitación a la insurrección” tras el asalto al Capitolio, que ocurrió el 6 de enero y fue protagonizado por sus seguidores.

Por este, Trump ahora ostenta dos títulos que ninguno de sus antecesores tuvo: es el único expresidente con dos procesos de impeachment a cuestas y el primero que será juzgado después de dejar la Casa Blanca. El motivo por el que esa providencia continúa es simple: ahora, no solo se trata de sacar a una persona del poder, sino que los demócratas buscan inhabilitarlo para que no pueda volver a aspirar a la presidencia.

El 13 de enero la Cámara de Representantes aprobó el proceso de destitución en su contra. En ese momento, el republicano aún estaba en el poder. Desde entonces la agenda se centró en la investidura de Joe Biden para un nuevo mandato, que comenzó el 20 de enero. Pero los días de simpatía parecen terminar porque este lunes 25 de enero la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, entregará al Senado los cargos contra Trump.

El proceso funciona así. El pleno de la Cámara –que corresponde a la cámara baja del Congreso de Estados Unidos– promovió el inicio de este proceso, que fue aprobado con una votación de 232 legisladores a favor y en el que otros 197 se opusieron. Entre quienes respaldaron la iniciativa contra el entonces mandatario hubo diez legisladores republicanos que se rebelaron contra el líder de su partido.

Pero la instancia que decide es el Senado. Este lunes, cuando Pelosi presente los cargos ante la cámara alta del Congreso, sus cien legisladores comenzarán a definir las reglas de juego para este nuevo juicio político. A partir de ese momento, el Senado se convertirá en un tribunal y sus legisladores harán las veces de jurados, quienes definirán si enjuician o no a Trump por “incitación a la insurrección”.

“Somos respetuosos del poder constitucional del Senado sobre el juicio y siempre estamos atentos a la imparcialidad del proceso, señalando que el expresidente habrá tenido la misma cantidad de tiempo para prepararse para el juicio que nuestros Gerentes. Nuestros gerentes están listos para comenzar a presentar su caso ante cien jurados del Senado a través del proceso de juicio”, dijo Pelosi.

El Senado está partido, literalmente, a la mitad. 50 de sus escaños están ocupados por demócratas y los otros 50 son de republicanos. En teoría, y al menos durante los próximos dos años hasta las elecciones de medio mandato, el partido de Gobierno tendrá la mayoría porque la vicepresidenta Kamala Harris tienen la potestad de dirimir en los empates.

Sin embargo, las normas para enjuiciar a un presidente son diferentes: se necesita que 67 senadores le digan sí al proceso de destitución para que este termine con el enjuiciamiento al exmandatario, quien dejó la Casa Blanca sin pronunciar el nombre de su sucesor y sin participar de su ceremonia de investidura. Esto significa que, nuevamente, los demócratas necesitan que congresistas republicanos voten contra Donald Trump.

Joe Biden se juramentó dando un mensaje de unidad, reconciliación y verdad. Su meta es reunificar a Estados Unidos y reconstruir el país, citando sus palabras, con quienes votaron para apoyarle y los que no. Pero un proceso judicial contra Trump –quien fue respaldado por 74 millones de ciudadanos en las elecciones de noviembre– toca las fibras de sus seguidores conservadores.

Durante las últimas dos semanas, Biden y su vicepresidenta Kamala Harris no han hablado del nuevo impeachment contra el exmandatario de 74 años. Entre tanto, el partido de Gobierno intentará impulsar dos agendas paralelas (y contrarias) en el Senado: la aprobación de los nominados a los más altos cargos de la Casa Blanca y la destitución al polémico exmandatario.

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