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El propio Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista de Reino Unido, lo anunció al comienzo del debate de ayer martes en la Cámara de los Comunes: “Si no lo hacemos hoy, no tenemos otra oportunidad”. Con 70 años y la tarea de frenar una salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) sin acuerdo –escenario que plantea primer ministro, Boris Johnson– Corbyn dio las palabras inaugurales de un debate que se extendió hasta la media noche del miércoles y continuará hoy.
Los diputados que están en contra del Brexit y los que defienden que el retiro se haga con un acuerdo entre ambas partes se jugaban su última carta al intentar efectuar una iniciativa legislativa para imponer una agenda parlamentaria durante esta semana, que permitará votar medidas para evitar que el 31 de octubre de este año se haga un Brexit, haya o no un acuerdo de salida con el resto de la comunidad europea.
Al final, consiguieron su cometido, tomaron el control del Parlamento y programaron dos discusiones: una para prorrogar la fecha del Brexit y otra para crear una ley que impida que se dé sin acuerdo.
La primera jugada: conseguir que el “debate de urgencia”, como se le llama en ese país, fuera incluido en la agenda, que suele estar en manos del Ejecutivo. La segunda, un paso inesperado: lograr que un diputado renunciara en medio de la plenaria al Partido Conservador, para arrebatarle la mayoría a Johnson y así perfilar su proyecto anti “tories”.
Fue Phillip Lee, diputado conservador desde hace casi diez años, el encargado de dar la estocada publicando una carta en la que anunciaba su dimisión a la bancada para unirse al bando de los laboristas opositores. Con esa decisión, le arrebató la mayoría al primer ministro.
Al final, la Cámara de los Comunes aprobó que la oposición se apodera de la agenda legislativa con 328 votos a favor y 301 en contra. Teniendo en cuenta que los cálculos indicaban que Johnson tendría el apoyo de 319 parlamentarios, se confirmó la rebelión de una parte de los conservadores contra Johnson.
La investigadora de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Pontificia Universidad Javeriana, Ildiko Szegedy Maszak, comenta que ahora los cuestionamientos no son sobre si realizar o no del Brexit, sino acerca de que “Johnson está dando pasos antidemocráticos en el terreno de la constitucionalidad”.
Y es que el ministro suspendió la actividad legislativa del Parlamento entre el 10 de septiembre y el 14 de octubre, lo que impide que esa institución pueda efectuar algún tipo de medida a partir de la próxima semana. Además, está haciendo lo que a juicio de Szegedy es un “chantaje”: amenazó con convocar a elecciones para el 14 de octubre si este miércoles el parlamento aprueba la ley.
Ni Johnson ni su oposición tienen el camino asegurado porque la tramitación de la Ley también tiene que pasar por la Cámara de los Lores, la otra parte del Parlamento. No obstante, los europeístas auguran una mayoría que frene al primer ministro.