La reducción de la mortalidad infantil desde el año 2000, el control de varias enfermedades infecciosas y los cambios en los hábitos nocivos en los adultos propiciaron que la esperanza de vida mundial media se eleve hasta los 71,4 años, informó este jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Desde el año 2000, y especialmente desde el 2005, la mortalidad infantil se ha reducido en un 53 por ciento, por lo que es la principal razón por la que la esperanza de vida media se haya elevado tanto”, explicó en rueda de prensa el director de información, pruebas e investigación de la OMS, Ties Boerma.
Asimismo, Boerma destacó que “también la inmunización, la mejor calidad del agua y saneamiento, el control del sida, la tuberculosis o la malaria, y el abandono de hábitos nocivos como el uso del tabaco” han contribuido a alargar la vida de los adultos.
En el año 2000 se implementaron los Objetivos del Milenio de la ONU, y desde entonces, la esperanza de vida media ha aumentado cinco años, un avance que no se veía desde los años sesenta.
La esperanza de vida media mundial había aumentado a un ritmo de tres años por década hasta los noventa, pero en ese decenio cayó por culpa de la alta mortalidad causada por la epidemia de sida en África, y tras el colapso de la Unión Soviética.
Según los datos del informe anual sobre la salud global de la OMS, hay 29 países en el mundo que superan los 80 años de esperanza media de vida, y en doce de ellos, se superan los 82.
Los más longevos del mundo se encuentran en Japón, con 83,7 años de media; en Suiza, 83,4 años; Singapur, 83,1; Australia y España, 82,8; Italia, 82,7; Islandia, 82,7; Israel, 82,5; Francia, 82,4; Suecia, 82,4; Corea del Sur, 82,3 y Canadá, 82,2 años.
Por el contrario, aún hay 22 países en los que sus habitantes no superan la media de los 60 años, todos ellos en África subsahariana.