El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció este martes que su país acogerá a “algunas decenas” de inmigrantes que viajan a bordo del barco de la ONG alemana Lifeline una vez atraque en Malta.
“Francia acogerá a personas que están hoy en el Lifeline, una vez que llegue a un puerto europeo (...) hablamos de algunas decenas de individuos. Ya sé que es limitado, pero así funciona la solidaridad europea”, manifestó Macron desde el Vaticano, donde se reunió con el papa Francisco.
Portugal fue otro de los países europeos que acaba de confirmar que recibirá a inmigrantes que viajan en la embarcación, un total de 230.
El encuentro con el Papa Francisco
Macron reveló que su encuentro de hoy con el papa Francisco en el Vaticano ha sido “muy prolijo” y detalló que han departido de forma “libre” sobre desafíos como el de la inmigración. “Ha sido un encuentro muy prolijo que ha permitido compartir cuestiones profundas acerca del mundo que conocemos”, dijo Macron a los medios franceses al término de su entrevista con el papa.
El presidente francés elogió la personalidad de Jorge Bergoglio y dijo que la conversación sirvió para aclarar “algunos malentendidos” entre la República francesa, que se define como un Estado laico, y la Iglesia Católica.
“Es importante un diálogo respetuoso para que cada uno encuentre su lugar”, señaló Macron, que entre los temas abordados, citó el de la inmigración.
“Ha sido una charla libre en la que se ha abordado la manera de responder de la manera más eficaz y humana” al drama de la inmigración, detalló Macron.
Explicó que no habló con el papa Francisco de políticas migratorias de países en concreto, en relación a Italia, con la que Francia discrepa en la gestión migratoria.
Macron se explayó acerca de ese tema y comentó que Europa no puede absorber toda la inmigración motivada por problemas económicos en los países de origen, una gran parte africanos.
“Europa no es el nuevo El Dorado”, apuntó el mandatario, quien dijo que los problemas migratorios no se resuelven con “el chasquido de un dedo” ni “desde la emoción”.
El jefe de Estado francés abordó además temas espinosos con el Vaticano, como el derecho al aborto y la gestación subrogada.
“Nunca he conocido a alguien que vaya a abortar con alegría. Hay que elegir el mal menor”, apostó
