Los bombardeos de Israel en Líbano han cruzado un nuevo límite, miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas (UNFIL) resultaron heridos después de que un tanque del Ejército de Israel disparara hacia una torre de observación del cuartel general de la ONU en el Líbano.
El ataque impactó directamente contra la torre y provocó su caída. Según reportes de la ONU, los hombres no resultaron heridos de gravedad, pero permanecen hospitalizados.
Los soldados israelíes también dispararon contra otro espacio de la ONU ubicado en Labbouneh, alcanzando la entrada del búnker donde se refugiaban las fuerzas de paz y dañando vehículos.
Esta posición ya había sido atacada por Israel previamente. “Recordamos al Ejército israelí y a todos los actores su obligación de garantizar la seguridad del personal y los bienes de la ONU y de respetar en todo momento la inviolabilidad de los locales de la ONU”, señaló la ONU en un comunicado, en el que afirman también que las fuerzas de UNIFIL están presentes en Líbano para “apoyar el retorno a la estabilidad bajo mandato del Consejo de Seguridad”.
El alto representante de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones, Miguel Ángel Moratinos, señaló con preocupación que el conflicto en Oriente puede desembocar en una tercera guerra mundial. “Por primera vez en mi larga carrera estoy extremadamente preocupado y estamos al borde de una verdadera tercera guerra mundial”.
Para Moratinos, la respuesta que Israel mantiene tras los ataques de Hamás ha sido “tan excesiva y la situación tan degradante, deshumanizadora e insostenible que, por el bien de todos, incluso de Israel, tenemos que decir basta”.
Moratinos insistió también en que una posible solución es la creación de dos Estados para resolver el conflicto. Si no se logra una solución rápida, “no habrá estabilidad ni ninguna salida a la crisis para ninguna de las partes”.
La Casa Blanca se pronunció al respecto y afirmó estar “profundamente preocupada” tras saber que Israel disparó contra una sede de las fuerzas de paz de la ONU, así lo informó un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
“Entendemos que Israel está llevando a cabo operaciones selectivas cerca de la Línea Azul para destruir la infraestructura de Hezbolá (...) es fundamental que no amenacen la seguridad de las fuerzas de paz de la ONU”, advirtió. En el sur de Líbano la UNIFIL cuenta con unos 10.000 soldados desde el 23 de septiembre tras la escalada entre Israel y Hezbolá han insistido en una tregua.
El jefe de las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, dijo en el Consejo de Seguridad de la ONU que la fuerza corre “graves riesgos”, además reportó que 300 cascos azules debieron ser reubicados temporalmente en bases más amplias debido a las amenazas de violencia en la zona. También confirmó que otros 200 están listos para ser movidos de lugar. “Se reducirá en un 25% de las fuerzas de UNIFIL en las posiciones más afectadas antes de poner en riesgo la seguridad de los cascos azules (...) está cada vez más en peligro”, agregó.
Desde el 5 de octubre, la ONU ya había denunciado operaciones israelíes “extremadamente peligrosas” cerca de uno de sus puestos. En ese momento confirmaron que “mantendría sus posiciones”, pero debido a los recientes hechos se vieron en la obligación de movilizar sus tropas.