El paso, tras semanas de tensiones y alertas por nuevos movimientos militares que pueden desestabilizar a Europa, se dio este miércoles. Los embajadores de Suecia y Finlandia entregaron ante la OTAN sus solicitudes formales de ingreso a esa alianza militar transatlántica.
El diplomático finlandés Klaus Korhonen y el sueco Axel Wernhoff entregaron en Bruselas al secretario general aliado, Jens Stoltenberg, las solicitudes de sus países y, a renglón seguido, Stoltenberg destacó la importancia de ese paso para toda la región y lo calificó como “histórico”.
“Toda nación tiene derecho a elegir su propio camino. Ambos hicieron una elección tras rigurosos procesos democráticos y doy una calurosa bienvenida a las solicitudes de Finlandia y Suecia para unirse a la OTAN”, precisó en un breve acto público.
Subrayó que Helsinki (capital de Finlandia) y Estocolmo (capital sueca) son “los socios más estrechos” de la Alianza, y agregó que la entrada de ambos en la organización “incrementará nuestra seguridad compartida”.
“Los aliados considerarán ahora los próximos pasos en su camino a la OTAN. Los intereses de seguridad de todos los aliados tienen que tenerse en cuenta y estamos decididos a resolver todos los problemas y a alcanzar rápidas conclusiones”, enfatizó Stoltenberg.
Pero Turquía, miembro de la OTAN, ha manifestado su oposición a la entrada de Suecia y Finlandia porque considera que ambos países mantienen una política de acogida de militantes kurdos, enemigos del oficialismo turco.
Este aspecto es clave, ya que la entrada de nuevos miembros es una decisión que toman los países de la organización transatlántica por unanimidad, de modo que hace falta el visto bueno de Ankara.
De todas formas, Estados Unidos aseguró que siente confianza en que Turquía finalmente pueda dar luz verde al ingreso de los dos países nórdicos.
Y es por esto mismo que Stoltenberg recordó que en los últimos días se han visto anuncios de miembros de la OTAN que se han comprometido a proteger la seguridad de Finlandia y Suecia.
Esos anuncios responden a la preocupación por un hipotético ataque de Rusia contra esos países en el periodo que va desde que piden entrar en la OTAN hasta que se convierten en miembros plenos; y toman como ejemplo lo sucedido con Ucrania desde el pasado mes de febrero.