viernes
8 y 2
8 y 2
La Asamblea General de Naciones Unidas inició ayer con un pacto vinculante para sus Estados, que se comprometieron a impulsar la nueva agenda de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la más ambiciosa en 70 años de la organización, con el propósito primordial de terminar con la pobreza extrema y con plazo hasta 2030.
El acuerdo mundial se da en una jornada en la que distintos líderes —incluido el Papa Francisco—, pidieron al máximo organismo internacional un papel activo para solucionar las crisis que golpean al planeta y sus habitantes.
“Hemos alcanzado un momento definitorio en la historia de la humanidad. Necesitaremos una asociación global renovada”, afirmó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en discurso.
Este cuenta con 17 ODS que reemplazarán a los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) que se pactaron hasta este año, y de los cuales varios quedaron pendientes.
“La población del mundo nos ha pedido alumbrar un futuro de promesa y oportunidad. Los Estados miembros han respondido con la agenda 2030 para el desarrollo sostenible”, dijo Ban en una intervención ante los líderes de todo el mundo.
“Esa agenda es una promesa de los gobernantes para todo el globo y es una visión universal, integrada y transformadora para una tierra mejor”, agregó el secretario general de la ONU.
Los 17 objetivos (ver gráfico), y sus 169 metas asociadas están planteadas —en especificidad y número—, como una profundización de los anteriores Objetivos del Milenio. Pero aunque los países que conforman la ONU dejaron claro su obligación de llevarlos a cabo, resta ver si estos se cumplirán fuera del papel.
“La verdadera prueba para el compromiso de la agenda de 2030 será la implementación”, afirmó Ban. “Necesitamos acciones para todos, y en todos los lugares”, agregó.
Por su parte, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se mostró esperanzada en su intervención ante el pleno de la Asamblea, de que los países podrán cumplir con este ambicioso reto:
“La nueva agenda para el desarrollo no parte de cero ni es ingenua. Con los anteriores Objetivos de Desarrollo del Milenio, América Latina logró, entre otras cosas, reducir la pobreza en 20 puntos porcentuales, mejorar la distribución del ingreso, disminuir a la mitad la proporción de personas que padecen hambre, asegurar el acceso de las niñas a la educación primaria, secundaria y superior, y reducir en dos tercios las muertes de menores de cinco años”, afirmó.
“Ahora, con esta agenda de desarrollo sustentable, hemos quedado comprometidos en torno a un plan de acción, para articular los esfuerzos nacionales, regionales y globales. Sabemos que por la magnitud y complejidad de los nuevos desafíos, las acciones individuales de los países deben ir acompañadas de un trabajo conjunto. Ahora viene el tiempo de la acción”, agregó.
¿Son realizables estos objetivos que se han trazado las naciones, máxime si varios de los anteriores (ODM) no se cumplieron? En diálogo con EL COLOMBIANO, Giovanni Reyes, doctor en Economía de la Universidad de Pittsburgh y docente de la Universidad del Rosario, se mostró esperanzado por lo acordado ayer en Nueva York.
“Es alentador, ya que la consigna es profundizar el alcance de lo que ya se buscó con los ODM. Lo que pasa es que no se logró avanzar con algunos de estos. Se debe advertir también que la crisis financiera mundial de 2008 golpeó muy fuerte a las naciones e hizo retroceder algunos de esos indicadores. Pero en todo caso, la puesta en marcha de los ODS es viable, posible de cumplir de aquí a 15 años, y es positivo seguir comprometiendo a los diferentes gobiernos del mundo para estos objetivos de desarrollo”, dijo.
Siendo una prioridad erradicar la pobreza, Reyes consideró que “es factible que las naciones logren esto, ya que somos la primera generación del planeta que puede enfrentar problemas que vienen desde la Edad Media. Esto es válido para otros objetivos como eliminar la malnutrición. Hay recursos, hay ciencia y hay tecnología, pero lo crucial será fortalecer y sanear las instituciones que se encargan de abordar esos asuntos. Necesitamos que sean incluyentes en países en vías de desarrollo”, agregó.
“Como se vio con los ODM, a pesar de que hubo tropiezos y fallas, valió la pena tenerlos como una hoja de ruta a seguir y muchos de estos se cumplieron o significaron avances”, concluyó.
En el primer día de la Asamblea General de Naciones Unidas, el mundo entero vio cómo el Sumo Pontífice pronunciaba su primer discurso ante el organismo. Y no se quedó corto ante las circunstancias. Resultó un llamado urgente a los líderes del globo para que por fin respondan conjuntamente a las crisis que golpean al planeta y a las que la ONU no logra dar solución.
“Cuando se confunde la norma (internacional) con un simple instrumento, para utilizar cuando resulta favorable y para eludir cuando no lo es, se abre una verdadera caja de Pandora de fuerzas incontrolables, que daña gravemente las poblaciones inermes, el ambiente cultural, e incluso el ambiente biológico”, afirmó.
Para esto, aseguró, debe terminar el esquema de privilegios que tienen los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, E.U, Rusia, Francia y Reino Unido) del organismo, que vetan las iniciativas surgidas de naciones menos poderosas.
“Se necesita mayor equidad, especialmente para casos como el del Consejo de Seguridad. El objetivo debe ser conceder a todos los países una participación real y una incidencia equitativa en las decisiones”.
José Manuel Vidal, experto en el Vaticano y director del portal Religión Digital, interpretó estas palabras como “un llamado a limitar el poder del Consejo de Seguridad y buscar vías para que el organismo pueda estar más activo ante los problemas. Ha sido una moción de censura al funcionamiento de la ONU y a sus limitaciones. Esto se evidenció al decir que el organismo tiene que “pasar de las palabras a los hechos” y que el Consejo de Seguridad “no debe estar en función de los intereses de un país”, sino de lo necesario para el mundo”.
El Papa, como símbolo y líder en el globo, expresó las inconformidades que hay en torno al organismo, y los ODS podrían ser una herramienta para que este demuestre acciones y logros concretos de aquí a 2030.
Salsero a ultranza. Volante de salida. San Lázaro me protege antes del cierre. Máster en Periodismo - El Mundo (España). Redactor Internacional - El Colombiano.