Estados Unidos ha notificado oficialmente a la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, su decisión de abandonar la organización. La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, aseguró que la participación en la Unesco “no redunda en el interés nacional” y criticó duramente el enfoque de la entidad.
En una declaración pública, Bruce señaló que la Unesco promueve “causas sociales y culturales divisivas” y mantiene un énfasis “desmesurado” en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, los cuales calificó como parte de una “agenda globalista e ideológica” que contradice la política exterior de Estados Unidos basada en el principio de “America First”.
Uno de los puntos más sensibles para Washington es la inclusión del Estado de Palestina como miembro de pleno derecho. Según la vocera, esa decisión “es muy problemática” y ha fomentado “la proliferación de la retórica antiisraelí dentro de la organización”.
Bruce afirmó que, en adelante, la participación estadounidense en organismos internacionales se enfocará en promover “los intereses estadounidenses con claridad y convicción”.
Esta sería la segunda vez que el presidente Donald Trump, ordena el retiro de EE. UU. de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. El primer retiro ocurrió en 2018 bajo su anterior administración, y fue revertido en 2023 por su sucesor demócrata, Joe Biden.
De acuerdo con el artículo II de la Constitución de la Unesco, la salida del país entrará en vigor el 31 de diciembre de 2026. Hasta entonces, Estados Unidos continuará siendo miembro de pleno derecho.