Javier Milei llegó a la política argentina a romper esquemas, con sus ideas de “liberal libertario”–como autosedefine–. Empezó a meterse en la espera pública a través de la televisión. Para después colarse entre los espacios más dominantes del peronismo de Todos y el espacio del expresidente Mauricio Macri, además del Juntos por el Cambio, liderado por Patricia Bullrich.
Y así, como sus formas de hablar tan directas y espontáneas, mezcladas con su irascibilidad, consiguió este domingo 19 de noviembre, imponerse en las urnas ante el actual ministro de Economía, Sergio Massa, para convertirse en el próximo presidente de Argentina.
Para comprender cómo consiguió Milei para llegar hasta acá, no es suficiente reconocer a qué partidos consiguió adherirse y quienes lo apoyaron abiertamente en segunda vuelta, como fue el caso de Bullrich, al saberse derrotada. Este economista empezó a cultivar su popularidad entre los argentinos en la televisión, roto por varios de ellos como comentarista económico.
Los televidentes empezaron a recordarlo por su estilo vehemente y provocador, así como por algunos de los rasgos excéntricos de su personalidad, los que terminaron impulsando su carrera a través de la pantalla chica. Como, por ejemplo, el hecho de que viva con cinco perros mastín inglés que pesan cerca de 100 kilos y que los trate como si fueran su familia, y que cuatro de ellos lleven el nombre de algunos de los economistas que más admira: Milton (Friedman), Murray (Rothbard), Robert y Lucas (ambos por el nobel estadounidense Robert Lucas).
Durante la campaña dijo que en caso de que llegara a asumir la presidencia, su hermana Karina podría convertirse en primera dama y reveló detalles de su vida personal, al asegurar que además de la economía, es profesor de sexo tántrico.
Su aparición en la política
En medio de sus apariciones en la pantalla, comenzó a mencionar durante sus intervenciones su intención de iniciarse en la gestión pública, hasta que en agosto de 2020 lo hizo. Lanzó su precandidatura presidencial para el 2023, y fue el primero en anuciarla.
Para 2021 ya estaba poniendo algunas de sus fichas políticas en el tablero, después de que su partido La Libertad Avanza lograra dos curules en la Cámara de Diputados. Una a nombre de su fórmula a la vicepresidencia, Victoria Villaruel, y la segunda a su nombre. Así como en las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) de este domingo, se impuso como el candidato individual más votado.
Su carta de presentación al país fue la del candidato “anti casta política”, buscando desmarcarse de esta manera de los políticos tradicionales que gozan de privilegios y no quieren cambios estructurales. Su lema durante su campaña fue: “No vine a guiar corderos, vine a despertar leones”.
Así que mientras los partidos políticos encontraban la manera de recuperar la confianza que perdieron tras varios años de gestiones cuestionables, y que afectaron de manera considerable al país, especialmente a su sistema económico. Milei se dedicó a hablar de dolarización de la moneda y cerrar el Banco Central, como dos de sus primeras jugadas para recuperar la economía del país, si llegaba a ser presidente.
Presidente polémico y presuntamente disruptivo
Javier Milei irrumpió en la política argentina insultando sin valerse de ningún filtro a cada uno de los líderes tradicionales de izquierda. Aunque buscando alianzas y consensos con algunos actores de la política tradicional del país. Milei fue aquel candidato que se hizo viral en redes sociales cuando durante un cierre de campaña apareció subido en la parte trasera de una camioneta, empuñando una motosierra, mientras gritaba que acabaría con todo aquello que no dejaba progresar a Argentina.
Milei también se fue haciendo ‘influencer’ en redes sociales, hasta que sus comentarios alcanzaron no solo a los más grandes, sino a los jóvenes, quienes leyeron su discurso como novedoso y rebelde.
Nació en Buenos Aires en 1970, de joven disfrutaba de jugar al fútbol y era el vocalista de una banda que se dedicaba a interpretar canciones de los Rolling Stones. Estudió Economía en la Universidad de Belgrano y ha hecho un par de posgrados en algunas universidades locales. Además, a lo largo de su carrera como economista, ha publicado varios libros e investigaciones, así como ha sido acusado de plagio en medio de ese proceso.
Algunos analistas ya se anticipan a lo que será su llegada al poder. Victor Beker, economista de la Universidad de Belgrano, considera que “las medidas de Milei serán todas rápidas y simultáneas”, y aprovechará el periodo de pausa del parlamento por la temporada del verano austral para iniciar con su proyecto.
Pero al mismo tiempo preocupan sus ideas de crecimiento, ya que este podría llegar a desconocer el acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional por $44.000 millones de dólares, negociado por Mauricio Macri. Un acuerdo que contempla un compromiso de bajar el déficit fiscal hasta el 0,9% del PIB en 2024, que Milei considera insuficiente.
El presidente electo ha dicho que entre sus políticas está el recorte al gasto social, pero esto resultaría bastante complicado. Para la economista María Laura Alzua de la Universidad de La Plata, esto afectaría directamente a las clases con mayores índices de pobreza, ya que estos subsidios del gobierno representan a los servicios de electricidad, gas y transporte un 2% del PIB.
Milei también es un político que durante sus intervenciones en medios desconoce que la dictadura haya dejado en el país cerca de 30.000 desaparecidos, así como no cree que exista una brecha salarial entre hombres y mujeres.
Sin embargo, después de que consiguiera superar las primarias, el candidato le bajó a su enojo y rabia, de la que decía, podían canalizar a través de él, ante lo decepcionada que se encontraba una parte de los argentinos con el peronismo, la corriente política que ha marcado la historia de Argentina desde 1940, creada al rededor del militar populista Juan Domingo Perón en cabeza del Partido Justicialista.
Así, después de que quedar segundo en primera vuelta, le aconsejaron que le bajara al tono si quería ser el próximo presidente. Necesitaba atraer a los votantes de la conservadora Patricia Bullrich. Por lo que dejó de sacar su motosierra en las calles, dejó de aparecer tanto en público, cerrar los ministerios y le bajó al tono de sus declaraciones. Aunque siga en firme su idea de dolarizar la economía de Argentina.