Venezuela es el país que más registra ataques a sus legisladores. Así lo advierte Inter-Parliamentary Union, que además sostiene que en esa nación se registraron al menos 134 agravios contra los parlamentarios en el último año, lo que pone a la nación vecina por delante de Yemen (90 casos) y Costa de Marfil (10). En el ámbito mundial fueron evaluados 254 sucesos contra los congresistas.
Las estadísticas de esa organización indican que todas las agresiones estuvieron dirigidas a delegados de la oposición, 93 de estos a hombres y 41 mujeres. Entre las conductas de las que fueron víctimas los delegados están la tortura, tratos crueles, actos de violencia, intimidación, suspensión de sus funciones legislativas y arrestos arbitrarios.
“Hemos recibido casos de parlamentarios del mundo, lamentablemente, mi país, Venezuela, sigue siendo el que cuenta con más diputados sometidos a persecución”, asegura Delsa Solórzano, diputada y vicepresidenta del Comité de Derechos Humanos de esa organización.
Inter-Parliamentary Union reseña que todos los asaltos contra los congresistas se dieron contra quienes pertenecen Mesa de Unidad Democrática (MUD) que fue conformada en 2015 para las elecciones legislativas en las que los opositores consiguieron la mayoría frente a los chavistas y oficialistas.
Dice la organización que hay “esfuerzos continuos por las autoridades ejecutivas y judiciales para socavar el funcionamiento de la Asamblea Nacional y usurpar sus poderes”. Algunos de esos parlamentarios, incluso, han tenido que exiliarse a causa de la persecución que sufren de parte del régimen de Nicolás Maduro, una situación que puede agravarse a partir de esta semana, cuando –en teoría– vence su periodo constitucional.