Las imágenes los muestran lanzando besos desde un avión privado, posando frente a una joyería Cartier en China, cenando langosta o disfrutando de inmensas tortas de cumpleaños.
Las vidas de los funcionarios del Gobierno socialista de Venezuela y sus familiares son expuestas en redes sociales por activistas que publican escenas de derroche y presunta corrupción, mientras los venezolanos luchan para tener tres comidas diarias en medio de una devastadora crisis económica.
Los ataques en los medios y redes sociales, dirigidos a funcionarios y sus socios comerciales, familiares e incluso amantes, son otra arma empleada en la ola de protestas contra el presidente Nicolás Maduro que comenzó en abril, y donde buscan elecciones anticipadas.
Otra cuenta de Twitter, por ejemplo, mostró fotos, supuestamente de la esposa del vicepresidente Tareck El Aissami disfrutando champán y descansando en una playa prístina. En otro caso, publicaron imágenes de la presunta amante de un poderoso oficial del partido socialista viajando por Oriente Medio.
La oposición acusa a los funcionarios de aprovecharse de los controles cambiarios y de un auge petrolero que duró una década para llenar sus bolsillos. La Asamblea Nacional, en su mayoría opositora, estima que al menos 11.000 millones de dólares han sido malversados de la estatal petrolera PDVSA.
Los activistas que han acusado al ministro de Defensa, Vladimir Padrino, de usar fuerza excesiva para reprimir las manifestaciones opositoras, publicaron fotos de su hija en una situación bochornosa y de uno de sus sobrinos en un viaje a Europa:
Reuters no pudo comprobar las denuncias provenientes de las redes sociales o contactar a las familias mencionadas. Los ministerios de Información y Defensa no respondieron a las solicitudes de comentarios sobre los casos acá mencionados.
Maduro ha dicho que las tácticas de acoso son sólo otro frente en lo que ha llamado una “insurrección armada”. En un discurso el mes pasado, comparó el hostigamiento a funcionarios, simpatizantes y sus familias, a la persecución Nazis a los judíos.
La campaña se ha centrado particularmente en chavistas que viven en Estados Unidos, a quienes llaman hipócritas por residir donde el enemigo ideológico del movimiento socialista fundado por el fallecido Hugo Chávez.
¿Es válida esta estrategia?
Los activistas detrás de la cuenta @YosoyJustin dijeron que usan la vida privada de los funcionarios en parte por la represión que han sufrido manifestantes en la última ola de protestas anti Maduro.
Pero incluso en la oposición algunos están inquietos, pues consideran que la campaña es poco ética e incluso contraproducente, ya que fomenta el odio y podría complicar una posible transición.
“No es correcto, moral ni políticamente, acosar hijos de funcionarios”, dijo recientemente el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Freddy Guevara, y añadió que esto podría disuadir al círculo cercano al Gobierno de levantar críticas, como las que recientemente realizó el hijo del Defensor del pueblo.
Dos de las principales cuentas de Twitter que llevan este movimiento, dicen que sus equipos reciben docenas o cientos de denuncias diarias, que revisan antes de publicar.
Al menos tres de hijos de funcionarios prominentes han bloqueado sus cuentas de Facebook en las ultimas semanas.
“Sabíamos que había corrupción, pero nunca a estos niveles, y especialmente alardeado como esto en las redes sociales”, dijo @VVperiodistas, una cuenta de Twitter que tiene cerca de un millón de seguidores.