Ni quien fuera la mano derecha de Iván Duque durante los primeros meses de su presidencia se salvó. Jorge Mario Eastman, quien se desempeñó durante ocho meses como secretario general de la Presidencia, fue una de las 130 personas que fueron perfiladas durante 2019 por el Ejército.
El escándalo tomó vuelo cuando el sábado, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, llamó a calificar servicio a once oficiales, entre los que se cuentan un brigadier general, cinco coroneles y tres mayores que, entre febrero y diciembre de 2019, habrían seguido a periodistas, opositores y políticos entre los que se contaba a Eastman, quien, como secretario general era clave. Era enlace entre los ministros y el presidente, y conocía de cerca cada paso que daba el mandatario. Así lo divulgó la revista Semana.
Por eso, en diálogo con EL COLOMBIANO dijo que “un seguimiento ilegal al secretario general es un seguimiento ilegal al corazón de la Presidencia”.
Aunque no se conocen los motivos por los que Eastman era seguido, una fuente cercana al Palacio le dijo a EL COLOMBIANO que podría ser porque Eastman tenía acceso a información de inteligencia militar de las investigaciones reveladas por el diario The New York Times, sobre las órdenes de letalidad del Ejército colombiano que ponen en riesgo a los civiles, según denunciaron oficiales a ese diario.
Dicha investigación se conoció a mediados de mayo. Pero las directrices del Ejército reveladas por ese artículo, en el que se ordenaba duplicar resultados operacionales, se expidieron en febrero. La hipótesis de la misma fuente cercana al Palacio es que el ahora embajador ante el Vaticano conocía dicha información y, por eso, se dio su salida intempestiva del cargo que desempeñaba.
Eastman, por su parte, explica que no fue así, no tuvo nada que ver con la investigación de las ejecuciones extrajudiciales, aunque sí tenía acceso a información militar.
“Esa fue una decisión que hablé con el presidente desde el primer día, y llegamos al acuerdo de que yo estaría en el cargo máximo un año”, explicó.
El Ejército, como en otras ocasiones, ha insistido en que son personas concretas y hechos aislados. Así lo manifestó el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, quien aseguró que se busca ir “cerrando y frustrando estas malditas prácticas que tanto daño nos hacen y que sabemos que golpean duro a los colombianos”.
El presidente manifestó que “mi instrucción es una: se tiene que llegar al fondo, hasta las últimas consecuencias de quiénes son los autores materiales e intelectuales. No solamente porque yo rechazo que se hagan perfilamientos de periodistas, de líderes de organizaciones protectoras de derechos humanos, sino también de funcionarios de la Presidencia”.
Sin embargo, es un fondo al que todavía no se llega, teniendo en cuenta que el mismo Navarro admitió que persiste el interrogante de quién dio la orden de vigilar a 130 personas, haciendo seguimiento sobre sus contactos más cercanos y otra información privada.