Si ya son sorprendentes los hoteles cápsula de las grandes ciudades japonesas, conformados por numerosas habitaciones de tamaño extremadamente reducido y con el espacio justo para dormir sin despatarrase, sorprende más aún la última generación de estos alojamientos que no son aptos para claustrofóbicos.
Mientras que los habitáculos de plástico, fibra de vidrio y cristal de los “capsule hotels” convencionales -utilizados por quienes eligen dormir en la ciudad en vez de ir y volver a casa cada día- pueden compararse con gigantescas neveras o cajas de zapatos, los compartimentos y ambientes de los más avanzados alojamientos ultrarreducidos se asemejan a las naves espaciales de las películas de ciencia-ficción más futuristas.
Los nuevos 9 Hours o 9h (9 horas) de la ciudad de Kyoto y del aeropuerto de Narita comparten algunas características de los hoteles cápsula tradicionales, como la disposición de sus cuartos en “hileras en rejilla”, su climatización y sus zonas externas comunes destinadas a baños, duchas, taquillas para equipaje, pero su estética, funcionalidad y filosofía son diferentes.
“En efecto, el concepto de las 9 horas es único. Nuestros alojamientos tienen una filosofía y usos diferentes de los hoteles cápsulas ordinarios”, confirma a Efe, desde Tokio, Miho Endo, portavoz de Nine Hours Inc. (NHI)
A las compactísimas dimensiones físicas (alrededor de 2 metros de largo, 1 metro de alto y 1,25 metro de ancho) de cada cuarto, NHI añade una dimensión temporal inédita en este tipo de hotel: las 9 horas en las que un usuario puede completar las actividades básicas que necesita realizar durante su breve estancia.
Según el portavoz, los expertos de NHI se preguntaron sobre las características necesarias que debía tener un alojamiento destinado a un viaje de negocios o una visita turística, y llegaron a la conclusión de que, para “resetear” su cuerpo y mente y restablecerse de un día para otro, un usuario necesita cumplir tres acciones básicas: tomar una ducha, dormir y conseguir vestirse adecuadamente.