La tradición exportadora de los bananeros colombianos permite hoy que los productores, con el cumplimiento de tres condiciones, puedan despachar sus embarques a los Estados Unidos.
De esos requerimientos hacen parte el registro de cada compañía o productor ante la FDA (Food and Drugs Administration), el cual es válido por un año; el certificado fitosanitario, expedido por el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), para cada productor y que se necesita por cada envío y el manifiesto de carga (bill of ladings) que se tramita por embarque a través de la Agencia de Intermediación Aduanera, en Colombia.
A horas de que entre en vigor el Tratado de Libre Comercio (TLC), entre Colombia y Estados Unidos, persisten las dudas sobre la capacidad de respuesta de entidades como el ICA, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) y la Aduana para afrontar las exigencias que el acuerdo impone.
La idea es que no se repita la experiencia, de agosto 15 de 2011, cuando arrancó el TLC con Canadá y los funcionarios de Aduanas no conocían como operaba el tratado.
Adicionalmente en Estados Unidos se expidió una Ley de inocuidad alimentaria, lo que implica que vengan inspectores a mirar las empresa productoras y se anuncia la expedición de 50 nuevos reglamentos en los próximos tres años. ¿Están nuestras autoridades en capacidad de discutir y asimilar esa reglamentación?
Proyecto de Ley
Mientras el ministro de Comercio, Sergio Díaz-Granados , asegura que el tratado ayudará a agilizar los procesos de admisibilidad sanitaria de productos, como la carne colombiana, su colega de Agricultura, Juan Camilo Restrepo Salazar , confía en que próximamente el Congreso apruebe el proyecto de Ley que crea el Sistema Nacional de Identificación, Información y Trazabilidad Animal.
El Sistema, fundamental para el TLC con Estados Unidos, será la herramienta fundamental para el desarrollo exportador del sector pecuario y de las políticas de salud animal y de inocuidad en la producción primaria.
Lo paradójico es que aún sin ese mecanismo, una empresa como Colanta exporta queso desde hace ocho años a Estados Unidos logrando ventas de unos 20 millones de dólares, incluso subsidiando el 32 por ciento de los despachos, tiene una planta de producción y varias fincas lecheras certificadas por la FDA, al igual que FrigoColanta, que puede exportar carnes industriales por ser la única con acceso inmediato a ese mercado, es decir que hizo la tarea.
Pese a este logro particular, la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) recuerda que la gran dificultad que existe para introducir un nuevo producto agrícola a Estados Unidos es que agencias como la EPA (Environmental Protection Agency) exigen, para el desarrollo de normas sanitarias y de manejo de residuos químicos, los análisis de riesgo y evidencia empírica que hayan aportado otros exportadores.
"Esto hace casi imposible lograr admisibilidad para nuevos productos al carecer de análisis de riesgo de los mismos", enfatiza la SAC.
Responsabilidad compartida
Teresita Beltrán Ospina , gerente del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), destaca los avances de la entidad de cara al TLC con Estados Unidos, pero deja en claro que la preparación para asumir los retos también era responsabilidad de los gremios.
Al responder por las críticas hechas desde diferentes organizaciones la funcionaria manifiesta que "no quisiera que quedara en el papel que solo es culpa del ICA. Esa transformación es responsabilidad de todos".
En entrevista concedida al diario económico La República, la señora Beltrán ejemplifica que "hay unos requisitos de admisibilidad para leche y ganado bovino, en los que la primera exigencia es la certificación en buenas prácticas, y ahí surge la pregunta de en dónde están los gremios como facilitadores del proceso para que sus afiliados cumplan con las buenas prácticas. Los gremios no han hecho la tarea".
Para este 15 de mayo, el ICA ha fortalecido los laboratorios de los puertos y tiene un plan operativo para responder al control que le corresponde.
"Tampoco es que no hayamos hecho nada. A partir del martes las alertas estarán puestas, sobre todo en los productos hipersensibles. Lo que pasa es que aún se están fortaleciendo muchos temas, estamos contratando gente y viendo cómo mejoramos en esos aspectos", añade.
La tecnología
La Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex) cuestiona que desde hace años se discute sobre el tipo de herramientas se deben emplear para la revisión de los contenedores.
El TLC establece que el desaduanamiento de mercancías debe darse en 48 horas, lo que implica la necesidad de trabajar en procesos electrónicos virtuales, dejar de lado el papel e implementar herramientas sofisticadas.
La falta de coordinación entre autoridades de Aduana y Antinarcóticos hace que todavía se practiquen inspecciones intrusivas, es decir llevar los contenedores a un patio especial, descargarlo y volverlo a empacar, cosa que en otros países se solucionó con escáneres de rayos gamma.
Curiosamente en Cartagena luego que la mercancía pasa por un escáner, donado por Estados Unidos, a pocos metros está la Policía Antinarcóticos esperando para realizar su inspección, lo que refleja el alto grado de desconfianza que existe entre las diferentes autoridades.
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