El actual Gobierno de Afganistán se vino abajo. Con la entrada de los fundamentalistas a Kabul, el hasta ahora presidente, Ashraf Ghani, tuvo que abandonar el país este domingo, dejando así el último bastión que lo mantenía en el poder. “Para evitar actos de saqueo en Kabul y que los oportunistas no hagan daño a la gente, el Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) ordenó a sus fuerzas entrar en las áreas de Kabul de donde salió el enemigo”, aseguraron los talibanes en un comunicado.
Por su parte, Abdullah Abdullah, exvicepresidente de Afganistán y jefe del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional, sostuvo que “el ex presidente afgano ha abandonado la nación”, mediante una declaración compartida vía redes sociales. Quien fuera el gran rival político de Ghani agregó que espera que el territorio afgano, tras un día y una noche que serán difíciles, pueda, por fin, vivir en paz.
El ministro del interior, quien todavía está en funciones, precisó que ya se avanza en un traspaso pacífico del poder, para que el país presencie un Gobierno de transición. Los talibanes desde temprano asediaban la ciudad y ahora, según reportes, tienen control por todos los frentes. La cúpula de esa guerrilla insurgente ha pedido a sus soldados que eviten la violencia en la toma de la capital. Noticia en desarrollo.