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Alerta: despido de personal técnico pone en riesgo servicio de ambulancias en Medellín

El programa público de APH Medellín afronta precarización laboral. Ni la Alcaldía ni Metrosalud responden.

  • Alerta: despido de personal técnico pone en riesgo servicio de ambulancias en Medellín
  • Adición del contrato entre Metrosalud y Tranvital.
    Adición del contrato entre Metrosalud y Tranvital.

Diez conductores del programa APH Medellín recibieron el mismo mensaje el jueves pasado: que Metrosalud no requería más de sus servicios. Contrario a lo que esperaban —la renovación del contrato—, sobre las 11:00 de la noche les notificaron su salida a través de WhatsApp. El despido no sería más que eso si no estuviéramos hablando del programa que atiende, a través de ambulancias y paramédicos, las emergencias por accidentes y enfermedades que implican una reacción inmediata en la ciudad.

La denuncia la hizo el concejal Daniel Duque, quien precisó que los servidores retirados de sus cargos superaban los cinco años de experiencia. Pero lo más delicado, según el corporado, es que el tercero que viene operando el programa desde hace un año y medio estaría incurriendo en sobrecarga laboral, demoras en los pagos y contrataciones exprés, de hasta 15 días, cuando el servicio que prestan estas personas a través de la línea de emergencias del 123 debe estar activo 24/7 para la mitigación de riesgos.

“Hoy el programa APH tiene complejas ineficiencias y desmejoras de las condiciones de sus empleados, para quienes a su vez es más difícil entregar un servicio de alta calidad. Hoy dependemos de un talento humano al que se maltrata cada vez más, ¿esta es la manera de agradecerles?”, expresó el concejal. El reporte es la puerta de entrada a un engranaje de testimonios que reseñan el deterioro técnico del programa, la precarización de los servidores que lo integran y un aumento en los tiempos de respuesta ante emergencias que termina afectando directamente a los ciudadanos.

Conductores sin experiencia

Tranvital (conocida también como Transportes Vitales) asumió la operación de las ambulancias del programa APH Medellín en enero de 2022. Desde entonces, dice uno de los conductores despedidos hace cuatro días, su gestión comenzó a repercutir negativamente en la prestación del servicio. La mecánica del programa es útil para comprender el testimonio: son 16 las ambulancias disponibles y cada una contaba hasta enero de 2022 con cuatro conductores. Es decir, en total, venían trabajando 64 conductores. “Una ambulancia requiere de ocho APH y cuatro conductores para hacer el mismo número de turnos; cada compañía la tripulan un conductor y dos APH. Eso permite que tengamos la secuencia de cuatro turnos: día, noche, posturno y descanso”, detalla uno de los paramédicos inconformes con la situación.

Pero volvamos al total de conductores: según trabajadores del programa, Tranvital llegó recortando personal, dejando solo tres conductores por ambulancia. Es decir que de 64 personas disponibles para rotar se pasó a 48; la disminución fue de una cuarta parte. “Ese recorte generó mayor carga laboral y por eso los conductores perdieron un día de descanso. Pasaron de hacer 208 horas a 248 por el mismo sueldo”, dice el conductor.

La reducción cobra relevancia por la razón de ser del servicio: los APH atienden todo lo que tiene que ver con emergencias agudas, que van desde accidentes de tránsito hasta infartos, afectaciones cerebrovasculares y convulsiones. “Es una atención avanzada, no solo de primeros auxilios. Se busca salvarle la vida al paciente mientras es trasladado al centro asistencial”, dice el paramédico.

Al recorte se suma que los nuevos relevos no cuentan con la experiencia suficiente. Y es que no basta con saber conducir para asumir el manejo de una ambulancia o una compañía de APH. Estas personas deben contar con cursos de soporte vital básico, que les permitan prestar apoyo durante las atenciones. “Cuando encontramos un paciente en paro cardíaco, ellos hacen el masaje, preparan equipos, asumen ventilaciones. Y lo otro es que deben conocer muy bien la ciudad, las direcciones, de lo contrario aumentan los tiempos de respuesta y eso es muy grave”, agrega el APH.

De 14 minutos estipulados como el máximo de respuesta en los protocolos de atención, algunas ambulancias han aumentado entre 1 y 2 minutos, que para la vida de una persona son vitales, según fuentes al interior del programa. De hecho, ya el ajuste ha pasado factura y se han presentado siniestros: “Hay un deterioro: llegan más cansados, no tienen el tiempo de descanso y es personal sin experiencia”. Pese a las quejas, hasta el 31 de enero estuvo activa la adición del contrato 6242 de 2022 entre Tranvital y Metrosalud, por un total de $2.171 millones, bajo el concepto de “prestación de servicios de ambulancias para la atención prehospitalaria 24 horas del día”.

APH con minicontratos

A este tema se suman las condiciones laborales de los APH. Son ocho paramédicos por cada una de las 16 ambulancias y hay 12 más que prestan servicio a través de las motos de atención rápida. En total, 140 servidores padecen la incertidumbre generada por contratos cortos, de hasta de 15 días, debido a la gestión de Ascolsa, otro tercero que asume el manejo del personal.

El servicio está a cargo de la Secretaría de Salud, pero esta a su vez se soporta en Metrosalud para prestarlo. Ya desde allí tercerizan el servicio, y para este artículo ni la Alcaldía ni la ESE ni los contratistas se pronunciaron. “A veces estamos sin contrato y seguimos prestando el servicio, hasta que ellos puedan resolver la contratación. El 31 de enero se nos venció el contrato y el 1 de febrero nos hicieron otro hasta el 15 pasado”, cuenta el paramédico.

Cerca del 80% del personal del programa ha cambiado desde 2020, cuando llegó esta administración, y buena parte de los relevos respondería a retaliaciones según las fuentes consultadas. “Vivimos con el temor de que nos saquen, porque ellos solo quieren traer gente nueva que no se oponga a las malas condiciones”, dice el servidor. Y lo que inquieta es que de por medio, además de los conductores y los APH, está la vida de los ciudadanos.

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