Antes de que el Parque Lleras fuera la papa caliente y el burdel a cielo abierto en el que se convirtió, hubo decenas de alertas que suplicaban por una atención oportuna por parte de las autoridades. Pero nadie actuó para parar los primeros síntomas de tráfico de drogas y explotación sexual que secuestraron el sector en los últimos años.
En las páginas de EL COLOMBIANO, por allá en 2015 y 2016, quedaron registradas varias de esas alertas. Sin embargo, fueron en vano.
Por eso los vecinos, comerciantes y líderes comunitarios de la Comuna 14 esperan que esta vez, ante las alertas tempranas sobre lo que está ocurriendo en el parque de El Poblado, las autoridades actúen de manera oportuna y frenen a tiempo el microtráfico y el descontrol que empiezan a tomarse al parque.
El problema, dice José Fernando Álvarez –integrante de la Mesa Ambiental de El Poblado– se detectó hace aproximadamente seis meses. Desde entonces, señala, un grupo de venezolanos ha ido copando zonas del parque para coordinar desde allí el expendio de drogas que ofrecen abiertamente, sobre todo, a turistas extranjeros.
Tan evidente sería su forma de actuar, que tanto comerciantes y vecinos del sector dicen tener identificados varios patrones sobre cómo opera este grupo.
Por ejemplo, prefieren entre sus potenciales clientes a turistas extranjeros a quienes abordan, generalmente a partir de las 4 de la tarde en adelante, para ofrecerle todo tipo de drogas.
Aunque se mueven por todo el parque y se juntan algunas veces detrás de los toldos de artesanías, tienen como principales puntos de encuentro dos zonas: la esquina la institución educativa Guillermo Echavarría Misas y en la zona trasera del acopio de Flota Bernal.
También han evidenciado los vecinos y comerciantes que para burlar la acción de las autoridades no suelen hacer transacciones en el propio parque, aunque sospechan que al interior del parque sí podrían estar guardando drogas pues montaron una ‘trinchera’ en la zona trasera del acopio, cubierta con hojas grandes donde orinan y defecan para ahuyentar a las autoridades y a todo quien intente acercarse.
José Fernando cuenta que hace tres semanas se reunieron con las autoridades para exponer su preocupación por lo que llama una toma acelerada del parque, que además, actualmente es uno de los puntos de encuentro turístico más activos de la ciudad pues allí se reúnen las excursiones que recorren en turibús o chiva la ciudad o algunos otros destinos cercanos.
“Cámaras acumulan evidencia”
El secretario de Seguridad y Convivencia, José Gerardo Acevedo, reconoce que tanto su despacho como la Policía están al tanto de la situación y actualmente, tanto con la información entregada por la ciudadanía como la evidencia recopilada por las cámaras de seguridad, se encuentran haciendo labor de inteligencia para definir la estrategia a seguir.
Acevedo insiste en que justamente por las problemáticas derivadas de la población flotante que tiene la Comuna 14 con los turistas y por la alta actividad comercial, El Poblado fue la comuna con mayor cantidad de cámaras instaladas en los últimos años, superando las 150. Y que gracias a ello es que ha podido adelantar un seguimiento detallado de esta problemática y otras que están ocurriendo en esta zona de la ciudad.
José Fernando reconoce que en los últimos años se han sentido escuchados y acompañados por parte de la policía y la Secretaría de Seguridad en cabeza de Acevedo, pero también cuestiona que a estas alturas la inteligencia de las autoridades no haya arrojado resultados para desmantelar tanto al grupo que está actuando en el parque como a la organización que está detrás, pues si algo tienen claro en el sector es que estos están recibiendo autorización para operar allí por parte una estructura delincuencial mucho mayor.
Lo que piden, por lo pronto, como medidas de choque es que las autoridades mejoren la iluminación en el sector y adelantan unas jornadas de ornato y aseo que les arrebate los escondites.
José Fernando dice que también esperan sentarse prontamente con la alcaldía entrante de Federico Gutiérrez y de la mano del secretario de Seguridad, Manuel Villa y otras dependencias involucradas, puedan tejer una estrategia de seguridad y recuperación social y cultural del parque, y que este sea uno de los objetivos prioritarios para los primeros meses de la administración entrante.
Pero no se quedan manicruzados mientras la institucionalidad responde. Ya crearon un grupo llamado Amigos del Parque de El Poblado con vecinos, comerciantes y hasta la parroquia San José para empezar a recuperarlo.
Colectivos como Invazión y NN han propuesto también hacer una “retoma cultural” del parque, devolverle su dinámica para que sean las familias con sus hijos y los grupos de amigos los que se encuentren en el parque. La premisa es que vuelvan los festivales de arte, de música, que vuelvan las tertulias al son de unas polas. O lo recuperan los amigos, las familias, o los delincuentes se apoderarán de él, es el pregón.
Vecinos y comerciantes esperan que esta vez las alertas sirvan y que el parque de El Poblado no camine por el nefasto camino del Lleras al que no lo salvaron estas mismas advertencias.