Magnolia es un género con alrededor de 350 especies de plantas de la familia Magnoliaceae, de las cuales 160 habitan en el neotrópico, y 40 específicamente en Colombia, aunque muchas de ellas, a pesar de ser endémicas, se encuentran en una de las nueve categorías en las que la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ubica a las plantas o a los animales que están en algún peligro de extinción.
En Colombia —según explica la Corporación SalvaMontes Colombia— las magnolias han sido valoradas y explotadas tradicionalmente por su madera de excelente calidad, siendo usada en la construcción de viviendas, estructuras y muebles, mientras que en otros rincones del mundo les han dado un uso ornamental, medicinal y para la extracción de aromas.
Sin embargo, todos esos usos parecen obviar el hecho de que, como estos árboles pueden vivir varios centenares de años y como son de los más grandes y altos del bosque, su presencia sirve como soporte para muchas otras especies que crecen sobre él o que dependen de él para tener su hábitat o su alimento.
Y que por obviarlos terminaron volviéndose en su contra, pues la tala indiscriminada para la extracción de su madera, al lado de la destrucción de los bosques para uso agropecuario, ocasionó que sus poblaciones decrecieran de forma considerable, al punto, de llevarla a estar amenazadas, como es el caso de la Magnolia yarumalensis, la Magnolia polyhypsophylla, y la Magnolia guatapensis, tres especies por las que la Corporación SalvaMontes precisamente lanzó la campaña Salvando magnolias del Alto de Ventanas.
Resulta que de las tres especies presentes en este territorio, les llamó la atención no solo por el hecho de que todas estén amenazadas de extinción, sino también, por el hecho de que hay dos que se encuentran solo en el departamento de Antioquia (Magnolia guatapensis y Magnolia yarumalensis, que lleva su nombre en honor al municipio de Yarumal, donde fue inicialmente descubierta, municipio que junto a los municipios de Briceño y Valdivia, tienen territorio en el Alto de Ventanas), y una que solo ha sido reportada en el Alto de Ventanas (Magnolia polyhypsophylla).
Su hábitat ha sido muy fragmentado y disminuido debido a la apertura de potreros para ganadería lechera y sus poblaciones fueron muy reducidas en el pasado debido a su explotación para uso de la madera —comenta Sebastián Vieira, director de la corporación—. Los bosques en los que habitan, están en un lugar particularmente biodiverso y que además presenta gran número de especies endémicas por lo cual, conservar estos árboles y su hábitat es una estrategia que sirve no solo para la protección de estas magnolias, sino también de muchas otras especies.
La iniciativa, que busca recuperar y proteger las poblaciones de estas tres especies en el Alto de Ventanas y en las zonas cercanas, consiste en estudiar y conocer detalladamente las poblaciones locales de estos árboles, monitorearlos para controlar su estado de salud y conservación y en establecer un programa de propagación a partir de semillas, para producir nuevos árboles y reforzar las poblaciones locales. Todo esto, unido a la protección y restauración de su hábitat, por medio de la creación de reservas naturales.
Asimismo, a la comunidad de las veredas en el Alto de Ventanas y otras de Yarumal en las que hay árboles de magnolia, se les ha involucrado por medio de charlas educativas y actividades enfocadas a enseñarles sobre estos árboles, su importancia y la necesidad de cuidarlos.
En dos de las veredas se establecieron viveros comunitarios para la propagación de árboles nativos, y con algunos campesinos que tienen árboles de magnolia en sus predios, se tienen programas de monitoreo y recolección de semillas. Ellos ya han logrado propagar y sembrar algunas nuevas magnolias, y hacen parte de nuestro proyecto de propagación —detalla Vieira—. También hay dos campesinos, vecinos de una de las reservas naturales, que fueron capacitados y trabajan hoy como guardabosques encargados del manejo del vivero y de la siembra de árboles en la reserva.
No obstante, el camino para el equipo de SalvaMontes Colombia no ha sido fácil, pues debido a que estos árboles producen pocos frutos y a que las pocas semillas que maduran son devoradas por las aves y otros animales, conseguir semillas no ha sido fácil ya que es una actividad que implica estar monitoreando los árboles para proteger con rejillas los frutos cuando están empezando a formarse, y recolectarlos cuando están maduros, y ambas labores solo pueden realizarse escalando a los árboles, de más de 20 o 25 metros de altura, lo cual implica tener equipos monitoreando y escalando magnolias permanentemente.
Lo cierto es que cuando inició el proyecto de conservación, en el 2016, se tenía conocimiento en el Alto de Ventanas de 24 árboles de Magnolia polyhypsophylla y de la existencia de algunos de las otras dos especies pero sin datos precisos porque no existía un censo riguroso, pero: “A través de los años que llevamos trabajando en su conservación y estudio, se han logrado identificar a la fecha de hoy 67 árboles de polyhypsophylla, 100 de guatapensis y 40 de yarumalensis”, concluye el director.
Así son las tres es especies en las que se enfoca la campaña Salvando magnolias:
Magnolia yarumalensis
Categoría de amenaza: En Peligro (EN)
También llamada gallinazo morado, gallinazo, bonÞigo y almanegra de Yarumal, la Magnolia yarumalensis, “se ha observado en dos áreas, una de ellas en la cordillera Central sobre el altiplano norte de Antioquia y el Alto de Ventanas hasta los municipios de Amalfi, Anorí y Barbosa, y en la cordillera Occidental al suroeste de Antioquia y el norte de Risaralda. Vive en un rango altitudinal entre los 1.800 y los 2.800 metros. Es un “árbol de dosel y emergente, de bosque húmedo y nublado, subandino y andino, que crece en los fragmentos de los bosques primarios, aunque algunas veces también lo hace en los bosques secundarios y en los potreros. Sus poblaciones se han reducido a menos del 50% y su hábitat está gravemente deteriorado y fragmentado por las actividades agropecuarias. Además, la madera de esta especie es utilizada para techos y pisos de casas, para la fabricación de palos de escoba (a nivel industrial) y en algunos casos para muebles”, explican en la Corporación SalvaMontes Colombia.
Magnolia polyhypsophylla
Categoría de amenaza: En Peligro Crítico (CR)
La Magnolia polyhypsophylla, que responde al nombre común de almanegra, almanegra de Ventanas o magnolio, “es una especie endémica del Alto de Ventanas en el departamento de Antioquia. Se ha observado en los municipios del Briceño, Valdivia y Yarumal entre los 1.700 y 2.600 metros. Es un árbol de dosel, de bosque subandino, muy nublado y pluvial. Ocasionalmente se encuentran individuos aislados creciendo en potreros y bordes de quebradas. Su distribución es muy restringida y su hábitat está deteriorado y fragmentado por la apertura de tierras para ganadería lechera. En el pasado esta especie fue muy explotada como madera de aserrío, era utilizada para muebles y vigas para construcción”.
Magnolia guatapensis
Categoría de amenaza: En Peligro (EN)
Sus nombres comunes son almanegra y almanegra de Guatapé. “Es endémica del departamento de Antioquia. Se ha observado en los municipios del Carmen de Viboral, Concepción, Guatapé, La Unión y Yarumal. Su mayor población se encuentra en Yarumal en el Alto de Ventanas, entre los 1.600 y 2.500 metros. Es un árbol de dosel de bosque subandino nublado, húmedo a muy húmedo; crece en fragmentos de bosque primario y secundario, ubicados en cumbres y laderas de montañas. Su hábitat está muy reducido y fragmentado por la apertura de tierras para la agricultura y la ganadería, grandes áreas también fueron inundadas para proyectos hidroeléctricos. La madera de esta especie es utilizada en carpintería, ebanistería y para vigas y pisos”.
PARA SABER MÁS
¿Cómo unirse a la campaña Salvando Magnolias?
“Las personas que quieran unirse a esta campaña, pueden hacerlo adoptando árboles de magnolia, pues así contribuyen, además, a financiar el programa de recolección de semillas y propagación y siembra de los mismos y de los demás árboles nativos en las diferentes reservas naturales. Esto se puede hacer contactándonos a través de nuestras redes sociales. O también pueden hacerlo visitando las reservas naturales y las acciones de conservación que se realizan en ellas, y dando a conocer y divulgando nuestra labor”, responde Sebastián Vieira.