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Decenas de casas y locales fueron incinerados por las Farc en la masacre de 16 personas, en los corregimientos Pueblo Bello y Alto de Mulatos, en Turbo. FOTO: Jesús Abad Colorado (Archivo). -
Portada de EL COLOMBIANO el 7 de mayo de 1996, condenando la matanza. FOTO: Archivo. -
Así quedó la caseta comunal de Alto de Mulatos, donde murió un joven incinerado. FOTO: Jesús Abad Colorado (Archivo). -
Así está en la actualidad la caseta comunal de Alto de Mulatos, no ha sido recuperada en su totalidad. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
El principal granero de Alto de Mulatos fue saqueado por los guerrilleros. FOTO: Jesús Abad Colorado (Archivo). -
Así se ve hoy lo que antes era el Granero Alto de Mulatos. La comunidad lo recuperó. FOTO: /Donaldo Zuluaga. -
El centro poblado de Alto de Mulatos consta de dos cuadras de carretera destapada, con casas y locales a lado y lado. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Así quedó una de las propiedades incineradas por la guerrilla en la masacre de 1996. FOTO: Jesús Abad Colorado (archivo). -
La comunidad de Alto de Mulatos reclama del Estado la misma atención que le han dado a Pueblo Bello. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
En esta vía de Alto de Mulatos quedaron los cadáveres de dos adolescentes, asesinados durante la masacre de 1996. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Panorámica del corregimiento Alto de Mulatos, ubicado a una hora del casco urbano de Turbo, en la vía a San Pedro de Urabá. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Este mural fue pintado en conmemoración a las 43 víctimas de la masacre de Pueblo Bello, perpetrada por paramilitares en 1990. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
En Pueblo Bello no hay acueducto, por lo que sus habitantes toman agua del río Mulatos o la recolectan de la lluvia. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
El centro social Remanso de Paz hace parte de la reparación a las víctimas de Pueblo Bello. Incluye un museo de la memoria. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
En el museo de la memoria de Pueblo Bello se recogen las historias de cerca de 580 víctimas del corregimiento. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Este telón recuerda las víctimas de la violencia en Pueblo Bello, asesinadas y desaparecidas desde la década del 80. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Dayron Atencio fue una de las cinco víctimas de la masacre guerrillera de 1999 en Pueblo Bello. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Susana Herrera, madre de Dayron Atencio, se conmueve al recordar a su único hijo asesinado. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Los habitantes de Pueblo Bello siguen esperando respuestas de la justicia, que hasta ahora no ha tomado decisiones por la masacre de 1996. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
A José Manuel Ruiz, de 75 años, le desaparecieron en 1995 a su cuñado Miguel Hoyos. Nunca apareció. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
De la casa de doña Tina, en Pueblo Bello, los guerrilleros sacaron y asesinaron a su nieto Luis Albeiro Rivera en 1996. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
La mayoría de tumbas del cementerio de Pueblo Bello no están marcadas, pero sus habitantes saben quién está sepultado en cada una de ellas. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Después de 15 años, Susana Herrera regresó la semana pasada al cementerio de Pueblo Bello a visitar a su hijo Deiron Atencio. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Obeth Rojas perdió a su hermano Luis Albeiro Rivera Estrada en la masacre de 1996. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Ada Lucía Montiel perdió a su sobrino Jimmy Arrieta en la matanza guerrillera de 1999. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Enaida Gutiérrez perdió, a su hermano Álvaro Gutiérrez en 1999, asesinado por las Farc. FOTO: Donaldo Zuluaga. -
Wilson Barrera perdió tres hermanos en la matanza de 1990 en Pueblo Bello, perpetrada por los paramilitares. FOTO :Donaldo Zuluaga.
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