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En una jornada llena de simbolismo, 17 hombres que viven en situación de calle tomaron las escobas y recolectores para embellecer las calles de Medellín. Esta iniciativa, liderada por la Alcaldía, busca no solo mejorar el aspecto de la ciudad, sino también brindar una oportunidad de resocialización a quienes buscan salir de las calles. Foto: Esneyder Gutiérrez -
Esta cuadrilla de 17 hombres barre las calles de la ciudad como parte de un periodo de prueba de un mes durante el que no pueden recaer en el consumo. Su intención es alejarse de la vida en la calle. Foto: Esneyder Gutiérrez -
El proyecto forma parte de un programa de prueba que tiene una duración de un mes, durante el cual los participantes se comprometen no solo a realizar labores de limpieza, sino también a mantenerse alejados del consumo de sustancias psicoactivas. Foto: Esneyder Gutiérrez -
Este esfuerzo les brinda la oportunidad de demostrar su voluntad de cambio y de reintegrarse a la sociedad. Cada día, los hombres salen a las calles con el objetivo de devolverle a Medellín su brillo, mientras avanzan hacia una nueva etapa en sus vidas. Foto: Esneyder Gutiérrez -
El impacto de esta iniciativa va más allá de la transformación física de los espacios públicos. También refleja una transformación personal para quienes forman parte de la cuadrilla. Foto: Esneyder Gutiérrez -
Enfrentar sus propios desafíos, como la adicción y la exclusión social, es un primer paso hacia una vida diferente, donde el trabajo, la responsabilidad y el esfuerzo son las bases de su resocialización. Foto: Esneyder Gutiérrez -
Este programa, apoyado por distintas entidades, busca no solo embellecer la ciudad, sino también ofrecerles a estas personas una nueva oportunidad de vida, libre de adicciones y con esperanza de un futuro mejor. Foto: Esneyder Gutiérrez -
El programa no significa que es la alternativa que da el distrito para salir de la calle sea barrerlas. Las jornadas de aseo son solo una de las actividades que quienes quieren acceder a los programas de resocialización hacen como parte de un “preproceso”. Es un periodo de prueba en el que deben demostrar la voluntad para seguir recibiendo la oferta del distrito que después se complementan en “La Granja”, una finca en Barbosa donde pasan casi 10 meses intentando cambiar los hábitos que los llevaron a la calle y emprender un nuevo proyecto de vida. Foto: Esneyder Gutiérrez -
Así es el proceso: si un habitante de o en calle quiere la ayuda del distrito, primero debe ir al Centro Día o a los centros de atención transitoria que hay en San Juan y en Barrio Triste y decir que quiere hacer parte del proceso de resocialización. Luego, pasar la prueba de los 21 días, en los que tendrá actividades desde las 6:30 a.m. hasta las 5:00 p.m. (limpiar las calles entre esas). Ahí le dan comida, aseo y dormida. Luego, si se gradúa en esas tres semanas, pasa a La Granja, de donde se espera salga ya listo para volver a entrar a la sociedad que en algún punto lo dejó al margen. Foto: Esneyder Gutiérrez
Resocialización con escoba en mano en Medellín
Un grupo de 17 hombres, antiguos habitantes de calle, ahora hacen parte de un programa de resocialización que tiene la Alcaldía con el que buscan volver a integrarse social y económicamente y salir de la marginación que implica vivir día y noche en la calle.