Son los motores del desarrollo del departamento, el músculo financiero de la infraestructura, la educación y la salud, transportan a millones de personas, representan calidad de vida, manejan la imagen de Medellín y Antioquia y todas tienen una característica común: manejan presupuestos y proyectos multimillonarios.
Las principales empresas públicas de Medellín, el Valle de Aburrá y Antioquia, están estrenando juntas directivas, la mayoría organizadas y nombradas por el alcalde de la capital antioqueña, Federico Gutiérrez Zuluaga, y el gobernador Luis Pérez Gutiérrez.
¿Qué tan idóneos son los nuevos miembros de estas juntas? ¿Están politizadas? ¿Qué retos tienen?
Para el decano de la Escuela de Ciencias y Humanidades de la Universidad Eafit, Jorge Alberto Giraldo Ramírez, los mandatarios están en todo el derecho de armar sus juntas como mejor lo consideren; sin embargo, dice, cuando piensan únicamente en las clientelas políticas o en los apoyos de campaña, se está castigando a la sociedad porque privan lo público de personas idóneas.
“Estas juntas son el reflejo de los gobiernos. El de la Alcaldía es más pluralista y tecnocrático, y el de la Gobernación es más de políticos tradicionales y menos técnicos; esa diferencia es muy notable. Algo que también resulta muy llamativo, es que el gobernador Pérez Gutiérrez decidió no delegar su asiento en las juntas sino ocuparlo personalmente; sus antecesores delegaban estos asientos en personas de confianza, especializadas en la materia o área de negocio. Que el gobernador quiera estar en todas las juntas es una mala señal y demuestra que es un gobierno centrado en la persona y su parecer, y que estuviera más interesado en los negocios que en el bienestar de los antioqueños. No es un mensaje de tranquilidad para la ciudadanía”, resaltó Giraldo Ramírez.
Equilibrio
El director de DC Estrategia, Diego Corrales Jiménez, insiste que las nuevas juntas deben combinar la capacidad de estos líderes políticos para entender que ya existen unos planes estratégicos de mediano y largo plazo, los cuales deben continuarse, y entrar a articular los mismos con sus lineamientos estratégicos.
El analista sostiene que por caprichos de los gobernantes de turno, no se deben parar obras o proyectos que ya habían iniciado sus antecesores y menos si están bien estructurados o muy avanzados; se debe mantener un equilibrio entre el largo plazo y el cuatrienio. “Por lo que veo ahora, son personas que, en su mayoría, aunque no son grandes expertos técnicos, sí tienen una trayectoria administrativa y financiera que va a ser muy importante para el desarrollo de estas empresas públicas”, dijo.
Para Corrales, tienen grandes retos: superar el déficit, mejorar su imagen y el clima organizacional y salir de los enredos financieros y jurídicos que tengan.