viernes
3 y 2
3 y 2
En un momento de incertidumbre económica mundial producto de las tensiones comerciales, sorprende que algunos coincidan sobre dónde debe apuntar el mercado a la hora de invertir con vocación de permanencia en América Latina, para el 2020. Las respuestas son unánimes: Colombia y Brasil.
“Brasil se proyecta como uno de los países con mayor estabilidad y mejores condiciones para enfrentar el año 2020, esto en razón de los importantes avances que ha alcanzado en la agenda de reformas estructurales del gobierno”, explican desde la Alianza de Valores.
La modificación a la que hacen referencia, en particular, es la pensional, “que le daría a ese país un crecimiento del PIB de 2,4 % a 2020”.
Ello sumado a la intención que hay allí por abrirse al comercio internacional con el reciente acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, “ofrece importantes oportunidades para fomentar la integración comercial e incentivar en mayor medida la inversión extranjera”, dice Julián Cortés, analista macroeconómico de Alianza Valores.
En el caso de Colombia, el atractivo lo impulsa el hecho de que la economía posiblemente registre una de las tasas de crecimiento más altas de la región tanto este año como el próximo (3,4 % este año y 3,6 % en 2020, según el Fondo Monetario Internacional).
De acuerdo con las proyecciones de expertos de la AFP Protección, la Inversión Extranjera Directa (IED) en Colombia crecería entre 25 % y 30 % el próximo año, mientras que para Daniel Velandia, director de Estudios Económicos de Credicorp Capital, a 2020 este renglón llegaría a 13.500 millones de dólares, que significaría un crecimiento de 17 % frente a 2018.
Cabe resaltar que en el primer semestre de este año el país recibió 7.272,5 millones de dólares por este concepto.
Lo anterior significó un crecimiento de 24 % en la IED y abre el panorama para seguir recibiendo más dinero, aunque en sectores específicos.
Si es inversionista, ¿dónde debe poner la mira? Los sectores a los que les apuestan los analistas consultados son petróleo y carbón, servicios y finanzas.
“Vemos, especialmente, a la banca como una de las actividades más atractivas para invertir, ya que recoge ese buen dinamismo de la economía colombiana, esto se basa en el pronóstico de crecimiento de 3,2 % para el país el próximo año”, dice Velandia.
Entre tanto, el economista de Protección, Julián Cárdenas, asegura que los servicios, especialmente en la rama de los hoteles, tienen gran proyección en Colombia.
“En el sector turismo vemos una fuerte apuesta de los extranjeros a través de la compra de hoteles y restaurantes”, explica.
Y ya sobre la actividad minero-energética dice que “la IED va mejorando y sigue siendo fuerte en petróleo y minería. Ecopetrol después de tener unos años sin inversión, lo está haciendo, lo que deja un buen desempeño de la empresa, y esto tiene peso en la economía”.
A esto se suma la opinión del docente de la Universidad Eafit, Óscar Medina, para quien “una de las mejores áreas para invertir es la energía, especialmente petróleo”, en la que “el fracking podría dar un impulso en este sentido”.
Y los proyectos 4G seguirán atrayendo las miradas puesto “que tendrán un aporte más grande en el PIB”. “Los avances allí son notables y su fuente de financiación es más diversa. Empezaremos a ver unos efectos positivos del cambio de infraestructura del país”, aseguró Julián Cárdenas, economista de la AFP Protección.
Aunque el panorama pinta bien para que Colombia y Brasil sean las fortalezas de la inversión extranjera el próximo año, los analistas apuntan que hay aspectos por trabajar si Colombia quiere seguir creciendo en IED.
De un lado, es necesario consolidar unas reglas de juego claras, algo que depende, en gran parte, en darle vida a la ley de financiamiento, declarada inexequible por la Corte Constitucional.
“Es importante la aprobación nuevamente de la reforma tributaria, ese es tal vez uno de los riesgos internos que se podrían mirar en el corto plazo”, dicen los analistas de Credicorp.
No tenerla le haría daño a la confianza inversionista puesto que trae recortes de impuestos a las empresas, a la inversión en renta fija local a los extranjeros e incentivos a las megainversiones.
Otro de los obstáculos que se ven son la desaceleración mundial marcada, sobre todo en China, una recesión en Alemania y alguna debilidad de Estados Unidos “que constituyen riesgos que al final, vía comercio internacional podrían tener un impacto sobre Colombia por el lado del petróleo o los bienes básicos”, dice Velandia.
A esto, Cortés agrega que el Gobierno tiene el reto de dar respuesta al déficit fiscal y hacer la reforma pensional “pues otorgan presión en las perspectivas del país y, de no salir exitosas, pondrían en riesgo la calificación de Colombia, al desincentivar la inversión extranjera”.
“En nuestra perspectiva el año 2020 será muy retador para la economía colombiana. Al entorno internacional que luce complicado se le suma una menor perspectiva de crecimiento interno”, comenta el equipo de investigaciones económicas de Alianza Valores.
De hecho, desde su perspectiva, el crecimiento del PIB nacional el próximo año estaría entre 2,5 % y 2,8 %.
Esto debido a la expectativa de un desbordamiento de la inflación en el primer trimestre del año, lo que llevaría al Banco de la República a mover sus tasas al alza y podría impactar el consumo de los hogares.
De darse este escenario difícilmente se podrá replicar las tasas de IED del 24% que se han visto este año”, puntualizan desde Alianza Valores.
Incluso con todos estos retos por superar, para los expertos consultados, es claro que el país constituye un atractivo para invertir el próximo año, y el hecho de que Brasil también lo sea, beneficiaría a la región, puesto que ambos podrían atraer las miradas hacia el mercado de América Latina.
El año pasado, la región recibió 13,2 % más inversión que en 2017, según referenció la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), cerrando en 184.287 millones de dólares, gracias al crecimiento de la reinversión de utilidades y de los préstamos entre compañías.
Un año después, América Latina es otra, en parte por las situaciones que se viven, por ejemplo, en países como Chile, Argentina o México. Habrá que ver si con estas dinámicas se reorganizan los flujos.
En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.