En mayo de 2019, cuando se cumplía poco más de un año de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el gobierno de Donald Trump, usando a Google, restringió los acuerdos comerciales de las empresas norteamericanas con el gigante chino de celulares Huawei, decisión que se viene suavizando desde julio.
El hecho, sumado al 14 % de reducción del déficit comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) de Estados Unidos con China, hizo que los asiáticos, a la cabeza de su presidente Xi Jinping, tomaran decisiones para desmarcarse de occidente; todo esto en un panorama sombrío por la falta de acuerdos de paz: incertidumbre que ayer hizo que el Dow Jones (índice principal de la Bolsa de Nueva York) cayera 0,38 %.
El primer plan chino fue un sistema operativo de Huawei que eliminara la dependencia a Android, desarrollo de Google. La decisión buscó, sin importar el ablandamiento de las restricciones, celulares “más chinos”, y de paso, no poner en riesgo el tercer puesto en ventas mundiales que había alcanzado la firma en 2018, con 153,1 millones de dispositivos –detrás de Samsung y Apple– según Counterpoint Research.
El desmarque viene de tiempo atrás, y las empresas de ese país se han animado a crear y fortalecer bienes y servicios en los que Estados Unidos, como principal socio comercial, era proveedor: su propio Google (Baidu, 2000), plataforma de comercio digital (Alibabá, 1999), celulares, y hasta su propio internet lideran la avanzada.
Un ejemplo se ve con el metabuscador más utilizado por los chinos. Google, que desde 2010 tiene restringida su operación en esa nación, no es el más relevante, sí en cambio Baidu, firma que nació en la cuna de las grandes tecnológicas de Estados Unidos en el 2000: Silicon Valley. Es una plataforma que tiene servicios como mapas de georeferenciación y almacenamiento en la nube, igual que Google.
“El primer paso ha dado pie a una desbandada de desarrollo tecnológico que tiene talento, infraestructura e inversión”, explicó Raúl Ávila, profesor de economía en la Universidad Nacional (ver Para saber más).
“Pero la expansión también se da porque los chinos son cada vez menos chinos y más australianos, latinos, caribeños. A ellos les ha quedado fácil adaptarse a otras culturas y negociar para ver más allá de Estados Unidos”, dijo Alejandro Useche, miembro de la Asociación Económica Americana y profesor de la Universidad del Rosario. De ahí que según el Índice Diplomático Mundial, China sea la nación con más embajadas (276), seguida de Estados Unidos, con 273.