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Entre 63 economías que mide el Institute for Management Development (IMD), Colombia ocupó el puesto 54. Esto implica que entre 2019 y 2020 perdió dos lugares, después de que el año pasado había logrado su mayor ascenso en los últimos cinco años con seis lugares.
El análisis refleja que entre los cuatro pilares analizados (desempeño económico, eficiencia gubernamental, eficiencia de los negocios e infraestructura) y los 20 subpilares, los aspectos más preocupantes son empleo (58), política societaria (61), infraestructura tecnológica (59) y educación (58), (ver Paréntesis).
Es por eso que desde la mirada de la profesora titular de la Escuela de Administración de Eafit, María Alejandra González Pérez, “Colombia se ha mantenido estable en el 25 % de los países con más bajo desempeño dentro del escalafón; aunque se reconoce que hay aspectos en los que el país es más competitivo” ; el costo de la vida, los valores del alquiler de habitaciones y gasolina al año 2019, son algunos de ellos.
Por otra parte, Clara Elena Parra, consejera Presidencial para la Competitividad y la Gestión Público-Privada, afirmó que “si bien la meta siempre es crecer año tras año en estas mediciones, también somos conscientes de que la competitividad es un tema de largo plazo”.
Incluso “para el Gobierno estos ejercicios son una oportunidad de encontrar áreas de mejora en las que podemos afinar aún más nuestros esfuerzos”, dijo la Consejera.
González Pérez reconoció que hay aspectos por trabajar como “infraestructura, la contaminación (62), cobertura de celular (61), banda ancha (60), la cantidad de estudiantes por profesor (en secundaria), así como el comercio internacional (frente al PIB); el desempleo y la exclusión juvenil también son puntos débiles, pese a que se ha mejorado en largo plazo”.
Justamente, este último es el reto que para el profesor Fabio Moscoso, vinculado a la Universidad EAN, se debe fortalecer, no solo por la caída del 44 al puesto 58 en empleo, sino por lo que va a significar la pospandemia: “Más importante que las mediciones de este tipo, lo fundamental es que el Gobierno implemente medidas para la recuperación del empleo y del consumo interno que a la larga nos van a permitir recuperar más adelante estos puestos”.
Esto si se tiene en cuenta que la pérdida de ocupación alcanzó los 5,3 millones de personas, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Será fundamental, aseguró Clara Inés Pardo, del Centro de Competitividad SCORE de la Universidad del Rosario, “aspectos como el crecimiento de la creación de empleo de largo plazo, incentivar la generación de conocimiento (patentes), el incremento de las exportaciones de alta tecnología y mayores inversiones en investigación y desarrollo, lo cual se traduce en el fortalecimiento de la generación de conocimiento (...) con políticas que favorezcan calidad y no cantidad”.
Además en la eficiencia del Gobierno y las empresas “estamos en unas posiciones más inferiores, entre el top cinco de los que tienen más pobre desempeño (corrupción, desigualdad (61), contrabando (61))”, dijo González Pérez.
Con los efectos de la covid-19 y la devaluación podríamos incluso desmejorar en los temas de comercio internacional —las exportaciones y la disminución del turismo— “por lo que el 2021 mucho dependerá del desempeño de los demás países porque nuestras condiciones van a ser más afectadas”, aseguró González Pérez.
En este panorama, Rosario Córdoba, presidente del Consejo Privado de Competitividad, aseguró que es justamente ahora cuando toma más relevancia la esta dinámica: “El que hayamos tenido la pandemia no implica que abandonemos la agenda de competitividad. Todo lo contrario. La crisis hizo evidente lo vulnerables que somos como sociedad y es clave trabajar para corregir esas deficiencias”.
Sobre todo, Córdoba sostuvo que es imperativo plantear reformas que le hagan frente a la protección social con una reforma laboral –sin entender que esto va en detrimento del empleo, sino más bien como una medida para aumentar la formalización y por esta vía el ingreso–, así como la pensional.
Finalmente, Parra afirmó que como Gobierno se está trabajando en “en diferentes reformas, políticas y programas que tendrán impacto sobre nuestra posición en estos indicadores”, por ejemplo con Ricardo Hausmann en la misión de internacionalización, además de la eliminación de trámites y la digitalización de procesos: “El gobierno de Colombia, en cabeza del Presidente, nunca deja de moverse para mejorar la competitividad del país”, concluyó Parra.
Editora de Economía de El Colombiano. Amante de las buenas y nutridas conversaciones, la música y los viajes.