Entre agosto y octubre de este año el desempleo en Medellín y su área metropolitana se ubicó en 11,2 %, siete puntos porcentuales más que en igual periodo del año pasado (10,5 %), pero levemente más bajo que durante el trimestre móvil julio-septiembre de 2018, cuando alcanzó el 11,3 %, así lo dio a conocer ayer el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Este resultado ubica a la capital antioqueña, en una lista de 23 ciudades principales y sus áreas metropolitanas del país, como la número 11 desde la tasa más alta. Quibdó, Cúcuta e Ibagué ocupan los tres primeros lugares (ver gráfico).
En ese sentido, Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, explicó que es lógico que el desempleo haya aumentado en la ciudad pues, a su juicio, no ha habido un crecimiento económico sostenido en los últimos años.
“Si se revisan los últimos dos años, 2016 y 2017, el crecimiento económico fue moderado: 2 % y 1,8 %, respectivamente. Y la recuperación del sector laboral supone estándares mayores de crecimiento para que los resultados de empleo sean mejores”, acotó Jaramillo.
En cuanto al número de personas que tuvieron empleo o al menos una hora laboral (remunerada o no) se ubicó en 1,85 millones durante agosto-octubre de este año. El número sube con respecto al trimestre julio-septiembre de este mismo año, cuando se llegó a 1,83 millones.
Comercio, hoteles y restaurantes (540 mil ocupados); servicios comunales, sociales y personales (386 mil) e industria manufacturera (341 mil) fueron los sectores económicos que emplearon al 68,52 % de los ocupados en el Valle de Aburrá.
Sobre cuáles son los sectores que están jalonando la participación de la fuerza laboral en el país, Juan Daniel Oviedo, director del Dane, destacó el papel de la industria manufacturera, el de la construcción, la minería y las actividades de intermediación financiera.
Mientras que la mala nota la obtuvo el sector inmobiliario: “Está teniendo una contribución negativa (-0,5 puntos porcentuales entre agosto-octubre de 2018) al crecimiento de la ocupación en el país (...) es parte de la situación de sobreoferta, en el que la dinámica de compra y venta de activos inmobiliarios se encuentra un poco rezagada”, detalló Oviedo.