viernes
7 y 9
7 y 9
La inflación, o el costo de vida de los colombianos observó una variación negativa en agosto luego de ubicarse en -0,01 %, de acuerdo con el reporte de Índice de Precios al Consumidor (IPC) entregado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).
Según resaltó el director de la entidad, Juan Daniel Oviedo, este resultado fue producto, principalmente, de la baja demanda en prendas de vestir tanto de hombres como de mujeres que obligaron a implementar promociones para ofertar estos bienes, al igual que una reducción “importante” en los costos de educación superior, así como variaciones negativas en alimentos como arroz, papa y huevos (ver Paréntesis).
Así mismo, el funcionario detalló, hablando del sector que percibió el principal ajuste al alza, que el hecho de que se retomara la tarificación en los planes de telefonía móvil de bajo costo –aludiendo el vencimiento del beneficio que le quitaba el IVA a los de menos de 72.000 pesos–, fue el principal causante de que el renglón de información y comunicación percibiera una expansión en los precios para el octavo mes de 3,60 %.
Pero hablando en concreto del mencionado capítulo de educación, que fue el que más restó en la cifra de inflación del lapso en cuestión con un -3,48 %, Oviedo exaltó que ello se explica por la formación técnica, tecnológica, superior universitaria y de posgrado, cuya demanda en términos de inscripción se ha visto afectada, y esto debe ser “tenido en cuenta para la nueva normalidad del país”.
En concepto de Luis Fernando Ramírez, investigador económico de la Universidad Sergio Arboleda, este último punto es un reflejo de todos los esfuerzos que hicieron las universidades privadas, principalmente, en materia de descuentos para mantener a los estudiantes para el segundo semestre.
“En algunos casos hubo bajas de hasta el 30 % de la matrícula, lo cual es un hecho muy significativo dentro de la canasta de la educación y constituye un elemento que está golpeando financieramente a las universidades pero que responde a una renuencia de los estudiantes por mantenerse educando al 100 % a través de los canales virtuales”, detalla el experto.
Pero no solo fue el IPC mensual el que se dio a conocer por parte del Dane, en tanto que el dato del costo de vida para los doce meses terminados en agosto pasado se ubicó en 1,88 %, lo cual significa que está por debajo del 3 % anual, que es el rango meta del Banco de la República, que así lo dejó plasmado en su más reciente Informe de Política Monetaria.
Desde la perspectiva de Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, tanto el resultado mensual, como el anual, son “buenas noticias para los colombianos”, si se tiene en cuenta que, por ejemplo, el dato de los 12 meses disminuyó desde el 1,97 % de julio, y significa que se alivian los costos para el bolsillo de los ciudadanos.
En ello coincide Raúl Ávila, profesor de economía de la Universidad Nacional, quien indica que la presión a la baja en el índice de precios propiciado por promociones y rebajas permitiría en que los consumidores, cuyos ingresos han sido afectados por la emergencia, tengan la posibilidad de acceder a los bienes y servicios.
De su lado, Alejandro Torres, profesor de Economía de la Universidad Eafit, anotó que lo que muestran los reportes de julio y agosto es que el país tiene una inflación alrededor de 0, es decir unos cambios mínimos en los precios, que sumadas a unas bajas tasas de interés por parte del Banrepública (en este momento están en 2 %, mínimo histórico), podrían sentar bases para una reactivación económica para la última parte del año.
No obstante, para Ávila hay ciertos nubarrones en torno a esta situación: “tal vez la disminución en los precios resulte en un bajo aumento del salario mínimo que podría afectar los ingresos de los hogares y probablemente para el próximo año todas estas reducciones en los costos actuales se vean contrarrestadas por fuertes aumentos para compensar”, comenta.
Por ahora el valor de los bienes y servicios observa una baja variación y está por verse si esto puede estimular la demanda y la recuperación.