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El impacto del aumento del ahorro en la reactivación

En los primeros nueve meses de 2020 los depósitos de ahorro en Colombia crecieron en 36 billones de pesos: Asobancaria.

  • FOTO CARLOS VELÁSQUEZ
    FOTO CARLOS VELÁSQUEZ

Que en septiembre de 2020 estuvieran registradas en el país 78.321.501 cuentas de depósitos de ahorro, una diferencia de 7.114.835 respecto a las cifras de diciembre de 2019 (eran 71.206.666), con 5.395.558 nuevos clientes entre uno y otro mes –tomando datos de Asobancaria–, es un reflejo del interés de las personas por proteger sus recursos ante el temor de que la crisis económica por la pandemia afecte sus ingresos.

“Esta es una consecuencia natural y esperada de la emergencia”, dice Luis Carlos Reyes, experto en evaluación del impacto, economía pública y economía del desarrollo del Observatorio Fiscal de la Pontificia Universidad Javeriana.

El problema es cuando el deseo de ahorrar se hace por fuerza mayor y no acorde a un evento planificado, y ocurre en masa y de forma simultánea, lo cual genera un efecto adverso que puede tener consecuencias críticas desde el punto de vista macroeconómico.

De acuerdo con los reportes de Asobancaria, en los primeros nueve meses de 2020 los depósitos de ahorro en Colombia crecieron en 36 billones de pesos.

Este fenómeno no es exclusivo de nuestro país. La Comisión Europea de Consumo alertó sobre las consecuencias de que haya un incremento en los “ahorros forzados”, con una contracción del consumo del 9 % el año pasado en la zona euro, ocasionando un atasco en el sistema económico.

Además, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) advirtió, en un informe publicado sobre una situación similar en República Dominicana, que “el aumento del ahorro en las circunstancias actuales podría perjudicar el crecimiento porque desplaza el consumo y deprime la débil demanda agregada”.

Las causas

Reyes afirma que el ahorro a largo plazo es un factor crucial en política macroeconómica, ya que el dinero que las personas depositan en las entidades financieras es el que luego se utiliza para prestarles a aquellas que lo solicitan para invertir en temas como vivienda o negocios.

“El ahorro es un componente fundamental de la prosperidad, un país tiene que invertir, e invertir desde lo macroeconómico es ahorrar. Pero ahora ocurre una paradoja, porque si todos deciden ahorrar simultáneamente, la economía puede terminar peor de lo que estaba”, explica el experto de la Javeriana.

Para que haya un balance que brinde sanidad a las cuentas fiscales de un país, se requiere que unas personas ahorren y otras retiren para invertir, señala el experto. Y en una crisis económica como la actual, “una de las peores de la historia de Colombia” desde que existen los datos económicos, es un riesgo que la mayoría de ciudadanos, por la incertidumbre, ahorren en forma simultánea, aun cuando desde el punto de vista individual sea comprensible y razonable.

Ahora bien los datos de Asobancaria muestran incrementos en los depósitos y las cuentas de ahorro contrastan con la Encuesta Pulso Social, hecha en noviembre, en 23 ciudades por el Dane, en la cual el 69,5 % de los consultados respondió que en la actualidad no tenía posibilidades de ahorrar alguna parte de sus ingresos –otro 19,3 % dijo no tener ingresos–, y solo el 11,2 % dijo sí tener la intención de hacerlo.

Wilman Arturo Gómez Muñoz, Ph. D en economía, profesor y director del departamento de Economía de la Universidad de Antioquia, escribió sobre el tema: “si ponemos la lupa sobre los estratos socioeconómicos y sobre las ocupaciones, veremos que la gran totalidad de los llamados cuenta propia y los independientes, que antes ahorraban poco o nada, durante la pandemia están incluso vendiendo cuanto activo tengan incluidos el carro, la casa, las joyas, entre otros, pues estos ítems de consumo durable también son una forma de ahorro”.

Señala Gómez que el ahorro es clave para el país porque no solo es un seguro para quien lo genera, sino que apalanca proyectos de inversión que a su vez sirven para acumular capital y convertirse en motor del crecimiento económico. Pero advierte que “poco puede hacer una tasa de ahorro decreciente por la recuperación de la economía actual. Esta cae cuando hay un choque negativo a la actividad económica, tal como lo experimenta actualmente no solo el país, sino el mundo entero, y las proyecciones de los especialistas sugieren que la depresión económica actual podría durar al menos dos años antes de retornar a tasas de crecimiento positivas.

Para el profesor Alejandro Torres, del departamento de Economía de la Universidad Eafit, decisiones como las que ha tomado el Gobierno, con los días sin IVA o el adelanto de la prima, son positivas para incentivar el consumo y darle un impulso a la reactivación económica, y aunque el ahorro forzado puede ser cuestionable en el corto plazo desde lo macroeconómico, dentro de un tiempo puede ser un factor favorable ya que las empresas que quieran invertir encontrarán recursos más baratos.

“Hoy vemos tasas de interés históricamente bajas que desincentivan el ahorro, las personas que guardan sus recursos lo están haciendo más por la incertidumbre que porque les genere mayor rentabilidad”, explica Torres.

En 2020, el Banco de la República redujo desde 4,25 % hasta 1,75 %, de manera progresiva durante el año, su tasa de política monetaria, como una fórmula para incentivar el consumo y que se reactive la demanda de bienes y servicios, y que las empresas y las personas puedan acceder a recursos para invertir.

En pensiones y cesantías

El comportamiento de los ahorros de pensiones y cesantías administrados por los fondos demostró cifras positivas en 2020. La Superintendencia Financiera señaló en su informe mensual de octubre que el total de los recursos administrados por los diferentes tipos de fondos de pensiones obligatorias, los de pensiones voluntarias, los de cesantías y los de reservas de pensiones del régimen de prima media ascendieron a 343,51 billones de pesos, y con respecto al mismo mes del 2019 este monto representó un aumento de 6,45 %, 11,98 %, 9,89 % y una disminución de 15,07 %, respectivamente.

Asofondos, por su parte, reportó que a octubre los trabajadores habían retirado 5,5 billones de pesos, aprovechando el Decreto expedido por el Gobierno Nacional para permitir el uso extraordinario de estos retiros mientras esté vigente la crisis económica.

Natalia Gallego, experta financiera de Protección, describe este escenario como un “buen desempeño” al comparar el ahorro generado frente a los retiros efectuados.

“Es evidente que las personas están siendo más cuidadosas con su presupuesto y están ahorrando pensando en los meses que vienen. La disminución de ingresos ha elevado los niveles de consciencia alrededor de las finanzas personales y familiares. No tener decrecimientos es señal de que lo ocurrido entre marzo, abril y mayo se devolvió y ahora la situación está mejor”, dice Gallego

1,75 %
es la tasa de interés que rige en el país: Banco de la Reública.
11,2 %
de los encuestados por el Dane han tenido la posibilidad de ahorrar.
Infográfico
Sebastián Aguirre Eastman

Colaborador. Comunicador Social Periodista U. de A., Especialista en Gerencia del Mercadeo UPB.

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