Una medición más completa del simple Producto Interno Bruto (PIB), y que evaluó tres pilares económicos para determinar el impacto del desarrollo en la inclusión, ubicó a Colombia en el lugar 30 entre 74 países emergentes, sin incluir a Marruecos, Camboya y Kenia, que no reportaron información (ver Polémica) en el Índice de Desarrollo Inclusivo 2018.
La evaluación está compuesta por 15 ítems y ubicó a Lituania en el primer lugar del grupo de los emergentes (ver Gráfico). Frente a otros territorios de la región, el mejor en el escalafón fue Panamá, al ocupar el sexto lugar (4,54 puntos sobre siete). Le siguió Uruguay en el octavo (4,46), Chile en el noveno (4,44), Costa Rica en el 12 (4,32), Perú en el 14 (4,29), Paraguay 20 (4,19) y República Dominicana (21). Argentina ocupó el puesto, 23; México, 24, y Nicaragua, 29, quienes anteceden a Colombia.
Este índice elaborado por el Foro Económico Mundial (FEM) refleja de una manera más cercana los criterios de medición económica para los países. Este año se evaluaron 103 economías en dos grupos: avanzados (29) y emergentes (74), cuyos resultados se presentaron en Davos (Suiza).
Noruega fue el país desarrollado mejor ranqueado, al ocupar el primer lugar en el total, aunque fue segundo en el pilar de equidad intergeneracional y sostenibilidad. Tercero en crecimiento y desarrollo e inclusión.
Es de anotar que las economías avanzadas no incluyeron a Singapur, país que no reportó información.
El FEM explica que el pilar de crecimiento y desarrollo está compuesto por el PIB per cápita, la productividad laboral, empleo y expectativa de vida saludable. En el caso del pilar de inclusión se tiene en cuenta la mediana del ingreso familiar, tasa de pobreza, ingreso Gini y riqueza Gini.
El indicador mide las diferencias en la distribución de la riqueza: mayores coeficientes de Gini significan más desigualdades en la distribución de la riqueza.
En el pilar de equidad intergeneracional y sostenibilidad se tienen en cuenta los siguientes ítems: ahorro neto ajustado, tasa de dependencia, deuda pública como porcentaje del PIB, intensidad de carbono frente al PIB.
“El lento crecimiento en la calidad de vida equitativa y el ensanchamiento de la desigualdad han contribuido a la polarización política y a la erosión de la cohesión social en economías avanzadas y emergentes”, explica el FEM en su informe del Índice de Desarrollo Inclusivo 2018.
Este índice contribuye con el propósito de esta versión 2018 del FEM “Creando un futuro compartido en un mundo fracturado”, tal y como lo presentó Klaus Shwab .