Si algo tienen en común las previsiones que ubican a Colombia como la economía que más crecería de Sudamérica, y una de la que más lo harían en la región este año, es que este impulso tendría dos razones: el consumo interno y la inversión en el país, principalmente en proyectos de infraestructura.
Dicho esto, hay que destacar que el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) en sus reportes sobre perspectivas económicas 2020 ubican la expansión nacional entre 3 % y 4 % de aquí hasta 2022, y en el renglón del capital que llegaría por obras como carreteras o túneles, califican como un motor de desarrollo, siempre y cuando se tengan en cuenta las condiciones financieras que favorezcan la demanda interna (ver Paréntesis).
¿Y cuáles son los proyectos de infraestructura que levantan el apetito internacional? Según datos de ProColombia dentro del portafolio de proyectos con posibilidad de recibir nueva inversión extranjera directa a través de Alianzas Público Privadas se encuentran:
El corredor ferroviario La Dorada – Santa Marta, la recuperación de la navegabilidad del río Magdalena, la modernización de aeropuertos de las ciudades de Cartagena, San Andrés y Providencia, y de cinco ciudades al suroccidente del país como Cali, Armenia, Neiva, Ibagué y Buenaventura.