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Bloqueos y aplazamiento de la tributaria no pasan desapercibidos por inversionistas

La coyuntura le pone varias tareas al país para fortalecerse como socio comercial, dice AmCham Colombia.

  • María Claudia Lacouture, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), habla de la relación con Estados Unidos. FOTO cortesía amcham colombia
    María Claudia Lacouture, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), habla de la relación con Estados Unidos. FOTO cortesía amcham colombia
11 de junio de 2021
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28,8 %

pesó EE. UU. en las exportaciones colombianas

a abril: Dane.

María Claudia Lacouture, directora ejecutiva de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), asegura que la tensión comercial entre Estados Unidos y China, la pandemia y la llegada del Gobierno Biden abrieron la puerta a más de 100 productos nacionales que hoy tienen una ventaja competitiva para llegar a la primera potencia mundial. Químicos, cerámicas y maquinaria son solo.

En su concepto, Colombia tiene grandes posibilidades con su industria minero energética, pero hay trabajo por hacer, por ejemplo, en dar seguridad a los inversionistas, quienes vieron como Standard & Poor’s le quitó el grado de inversión al país y hoy están expectantes sobre cómo evoluciona la situación de orden público. En entrevista con EL COLOMBIANO, Lacouture habla de la actualidad de la relación económica con Estados Unidos y las prioridades en la agenda.

¿Qué tantos cambios hubo en la relación comercial entre Colombia y Estados Unidos tras más de un año de pandemia?

“En general todo el comercio internacional se vio afectado por las medidas restrictivas que adoptaron prácticamente todos los países tratando de contener una rápida expansión del covid-19; la relación entre Colombia y Estados Unidos no fue la excepción. El cierre de fronteras y comercio afectó las exportaciones totales hacia ese país, en especial de productos minero energéticos que siguen siendo una parte importante de la canasta exportadora.

Pero al mismo tiempo, vimos una transformación en los bienes no minero energéticos que vienen en ascenso, desde la pandemia, dándose un incremento en las ventas de insumos nuevos que fueron detectados por un estudio de Amcham Colombia en el 2019 como los de protección, farmacéuticos, ropa de protección y productos de tecnología media.

En 2020, en medio de las restricciones de la pandemia, las exportaciones no minero energéticas (NME) sacaron la cara por el comercio binacional y llegaron al orden de 5.373,8 millones de dólares y ya representan el 60,2 % de la canasta.

En lo que va de este año, hasta abril, de acuerdo con el Dane, el sector NME ha movido US$2.081,0 millones y ha mostrado un crecimiento del 30,8% al compararlo con el mismo tiempo de 2020”.

¿Cuáles son las nuevas oportunidades comerciales binacionales identificadas?

“El sector no minero energético es clave y debe ser protagonista en el proceso de reactivación económica. Dentro de este rubro, los subsectores de agroindustria; textiles; maquinaria y sus manufacturas; productos químicos y cerámicos han sacado la cara y han jalonado el comercio en medio de la situación del covid-19.

Asimismo, debido a la tensión comercial entre Estados Unidos y China, en AmCham Colombia hemos efectuado una serie de estudios que ponen en la mesa las oportunidades nacientes y que, producto de la pandemia se vuelven más evidentes y reales. En 2020, encontramos que Colombia tenía una ventaja comparativa revelada frente a China en 108 bienes de la industria química, metales, cementos, reino vegetal, textiles y manufacturas.

En medio de la situación de pandemia, la tensión comercial y el cambio de gobierno en EE. UU., Colombia logró aumentar sus despachos en 51 de esos 108 productos. Dentro de esas 51 partidas que aumentaron sus exportaciones a Estados Unidos se encontraron textiles; artículos de cerámica; máquinas, aparatos y artefactos mecánicos; hortalizas conservadas; de la industria alimentaria; productos químicos inorgánicos; partes y accesorios de armas; jabón y preparaciones para lavar; aparatos mecánicos; papeles y sus manufacturas; metales comunes y sus productos derivados; insumos para construcción; frutas frescas y oro.

En 2021 encontramos que ya no son 108, sino 116 los bienes en los que el país tiene opciones reales pues se trata de bienes que produce pero aún no exporta hacia EE. UU.”.

Con la coyuntura que vive el país por el paro, ¿qué han dicho los inversionistas estadounidenses?

“La situación económica nacional es delicada por el alto gasto público en el que incurrió el Gobierno para contener la crisis social derivada del cierre de la economía y la caída del empleo a raíz de la pandemia. Haber aplazado la discusión de la reforma tributaria hizo que se disparara la primera alerta con la decisión de Standard & Poor’s de bajar la calificación de Colombia a BB+, y es una señal que tienen en cuenta los inversionistas. Si a esto le sumamos el efecto prolongado de los bloqueos que han impedido que muchas empresas puedan cumplir con sus compromisos de exportación o recibir insumos del exterior para su producción o el libre tránsito de su carga para el consumo interno, vemos que lo que se está afectando es la confianza del país como socio comercial. A la hora de los negocios, el inversionista necesita certezas, seguridad jurídica y confianza”.

¿Cómo se ha afectado el intercambio de bienes y servicios entre ambos países por esa situación?

“La afectación es enorme y preocupante en varios niveles. Primero, durante mayo recibimos muchas preocupaciones de empresas por la dificultad de mover sus inventarios dentro del territorio nacional. A medida que el paro se extendió y los bloqueos se hicieron permanentes, se redujo el flujo de mercancía desde y hacia los puertos. Casi el 70 % de nuestras exportaciones hacia EE. UU. van por vía marítima y el 13 % se mueve por Buenaventura, para llegar al Suroccidente del país; y de las importaciones desde EE. UU., el mismo porcentaje son productos que no se consiguen en Colombia, principalmente insumos. Hay muchas compañías que han tenido que hacer cierres temporales por cuenta de los bloqueos, la imposibilidad de recibir insumos desde los puertos o de proveedores internos y además la situación de orden público”.

Hablando del Gobierno Biden, ¿cuáles deben ser las prioridades en la agenda de Colombia con Estados Unidos, en lo económico y social?

“Estados Unidos y Colombia mantienen una relación estable y basada en la cooperación y el apoyo bipartidista desde el Congreso de ese país. El próximo año serán 200 años de relación binacional. La agenda de los dos se mantiene en la importancia del comercio, el fortalecimiento de la seguridad y la lucha contra el narcotráfico, el cambio climático, la situación de Venezuela, la implementación del acuerdo de paz y más recientemente los esfuerzos conjuntos en la lucha contra el coronavirus, en lo cual el reciente anuncio de la Casa Blanca de incluir a Colombia dentro del primer paquete de vacunas contra el covid-19 que donarán al mundo, refleja la importancia de avanzar contra este flagelo para proteger la salud y facilitar la recuperación económica”.

¿Cree que aún falta un acercamiento oficial entre el Gobierno Duque y el Gobierno Biden?, ¿Preocupa algo en este sentido?

“Los acercamientos deben ser permanentes, sistemáticos y diversificados. Deben ser políticos, diplomáticos, empresariales y culturales. No es un secreto que hubo una situación que causó molestias durante el proceso electoral de parte de algunos políticos colombianos, pero Estados Unidos reconoce que la relación binacional va más allá de estas intervenciones y por ello se ha visto un incremento del presupuesto solicitado para Colombia en 2022 y que asciende a 451 millones de dólares, un 8 % más de lo que había sido destinado el Gobierno de EE.UU. para este año”.

¿Qué analiza del ritmo de reactivación económica en Colombia y cuáles deben ser las prioridades en la agenda nacional para este propósito?

“La reactivación económica iba por un buen camino, el PIB nacional creció 1,1 % en el primer trimestre de este año, por encima de las aseguradoras y bancos que aún estimaban caídas o ningún crecimiento. Eso estaba demostrando que Colombia y todos los empresarios tenían la capacidad de generar una recuperación pronta y con responsabilidad, el sector privado se comenzaba a mover nuevamente, después de casi un año de cese total. Lamentablemente el paro nacional quebrantó esto y se reflejará en las próximas cifras.

Hoy la prioridad debe ser facilitar la reactivación empresarial garantizando la libre movilidad, dinamizar la labor de los puertos para que los insumos y las exportaciones fluyan y contar con mecanismos para la generación de empleo, principalmente para mujeres y jóvenes, los más damnificados con la crisis que se acentuó por la pandemia.

Se requiere que la reforma tributaria que se está diseñando tenga consenso político y social, debe buscar el bien de los colombianos, sanear las finanzas públicas sin populismo y el apoyo para los más vulnerables.

Al mismo tiempo, se debe avanzar rápidamente con la vacunación masiva que permita recuperar las actividades, mover la economía y el comercio, fortalecer la productividad industrial y reimpulsar el turismo”.

¿Cómo podría incidir el acelerado ritmo de vacunación y recuperación económica de Estados Unidos, en Colombia?

“Una pronta recuperación económica de Estados Unidos impactará de manera directa a Colombia por ser nuestro principal socio comercial. Gracias a ese ritmo acelerado de vacunación, el país tiene previsto donar una cantidad importante a Colombia, lo que claramente nos beneficia y nos permitirá llegar más rápido a esa inmunidad de rebaño que posibilitará reactivarnos.

Por el lado comercial, es conocido el enorme potencial del mercado estadounidense, que en realidad son 50 mercados muy ricos y variados (por los 50 estados que lo componen). Es muy importante trabajar, y trabajar explorando y negociando para abrir o ampliar esas zonas. De esa manera Colombia tendrá mayores oportunidades.

Igual de relevante es la atracción de inversión, hay que reactivarla y potenciarla. Todo eso se traducirá en mayores empleos, construcción de empresas, desarrollo de industrias y más relacionamiento. Cabe mencionar que la inversión de empresas estadounidenses en el territorio nacional genera más de cien mil empleos entre directos e indirectos”

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