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Arrancó el congreso virtual de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) que se extenderá hasta este 18 de septiembre, y con él se dio a conocer la fuerte apuesta del Gobierno sobre el sector como motor de reactivación, principalmente con el impulso que este puede dar en materia de empleo.
En ese sentido, el gremio afirmó que para el ejercicio de este año, a pesar de las restricciones por las medidas biosanitarias, espera que se vendan 161.000 viviendas, entre VIS, que responderían a 110.000 de las unidades comercializadas en total, y no VIS, que sumarían en conjunto 51.000 (ver Informe).
La cifra representa una reducción frente a las 192.740 que se negociarían según la previsión inicial, pero aún con esto la presidenta de Camacol, Sandra Forero, destacó que se trata de una rápida respuesta a las condiciones adversas que impuso la coyuntura y que por ejemplo en julio se habían recuperado 200.000 empleos respecto a los dos meses iniciales de aislamiento.
Pero estos no fueron los únicos números de proyecciones de cierre de año entregados por el gremio, en tanto que estimó que en la actividad de 2020 la inversión total de los hogares en vivienda sería de 30 billones de pesos, sumada a la iniciación de 149.000 unidades (108.000 VIS, y 41.000 no VIS).
“La demanda está reaccionando, solo en agosto la inversión en vivienda llegó a 2,9 billones; en VIS superamos el umbral de 1,2 billones y en no VIS el de 1,7 billones. Desde abril se observa recuperación en la mayoría de las regiones, y las previsiones nos permiten decir que vamos a tener este comportamiento para el cierre de 2020 y también para 2021 y 2022”, manifestó Forero.
De esta forma, la dirigente gremial exaltó que “cuando se habla de construcción se habla de reactivación”, y enfatizó en que más allá del apetito por adquirir inmuebles en el país, algunas cifras que demuestran esa premisa son el hecho de que las inversiones anuales en el sector “representan 10 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB)”; que el sector ocupa al 14 % de la mano de obra nacional; y que además demanda insumos de 36 subsectores, lo que en otras palabras quiere decir que se encadena con el 54 % del aparato productivo colombiano.
Más allá de la expectativa para cierre de 2020, Camacol trazó la hoja de ruta hasta 2022 y allí están marcados tres ambiciosos objetivos: crear 300.000 nuevos puestos de trabajo y 420.000 en la cadena de valor, alcanzar 12 puntos porcentuales del PIB en inversiones y construir 500.000 viviendas formales.
Ante esto, la vicepresidenta de la República, Marta Lucía Ramírez, anotó que ello debe ir acompañado de una mayor presencia femenina en el renglón constructor, así como de una capacitación constante en digitalización y tecnología para la mano de obra del sector, al igual que potenciar la productividad allí con un programa como Fábricas de Productividad, impulsado por el Mincomercio.
Por su parte, Carlo Ratti, profesor del Massachusetts Institute of Technology, quien fue uno de los panelistas durante la primera jornada del congreso, manifestó que uno de los mayores retos para esta industria de cara al futuro, más allá de digitalizar y engrosar números.
Se deben construir ciudades para el futuro, en donde el orden de los factores sea vivienda, trabajo, recreación y transporte, y a su vez se puedan mezclar espacios como el trabajo en el hogar, y en general mayores flexibilidades para que las personas se desplacen. “Se trata de una transición entre los espacios públicos y privados”, indicó.
En mis bolsillos hay una grabadora y unos audífonos; en mi mente, amor por el periodismo.