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Así hila Coltejer su traslado al Oriente
La textilera apuesta por la innovación como motor para ser un jugador relevante de la moda latinoamericana.
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El ingeniero Civil de la Universidad de los Andes, Matías Gaviria Uribe, es el director de Coltejer desde el primero de marzo de este año. FOTO Robinson Sáenz
24 de noviembre de 2018
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“Diría que en el corto o mediano plazo nos tenemos que ir de aquí, máximo en cinco años y más cerquita a los tres”. Con esta expresión, el director de Coltejer, Matías Gaviria Uribe, anticipa el plan de traslado de la factoría de Itagüí, en el sur del Valle de Aburrá, hacia Rionegro, en el Oriente antioqueño.
El empresario, que está a la cabeza de la textilera desde marzo de este año, sostiene que 2019 será radicalmente distinto frente a lo que fue el pobre desempeño de 2017 y a la transición que hubo durante este 2018. “Veremos un Coltejer renovándose de manera muy importante, con una propuesta muy distinta a la que tradicionalmente hemos tenido en el mercado”.
En conversación con EL COLOMBIANO, Gaviria reconoce que el plan de inversiones en los próximos años estará sujeto a las definiciones que se adopten frente al traslado de esa planta y a la destinación de ese espacio y su futuro desarrollo inmobiliario, que sumará al de Peldar, cuando esta empresa también deje sus actuales instalaciones.
La próxima entrega al Municipio de Itagüí de una franja sobre la avenida Guayabal para el paso del Metroplús y el trasteo de una sección de hilandería hacia Rionegro son algunos pasos en la intención de establecerse plenamente en el Oriente paisa.
¿Qué marcará el despegue económico de la compañía el año que viene?
“Nos concentraremos en el mercado de valor agregado, con mucha innovación, donde trabajemos de la mano con los clientes, entendiendo sus necesidades de sorprender al consumidor y ser un socio en el proceso de generar moda”.
¿Cuál es la meta?
“Queremos ser un jugador importante en el mundo de la moda en la región latinoamericana, tener el 30 % de las ventas por fuera del mercado colombiano y ser una compañía que se acerque a los 100 millones de dólares en ventas, este año vamos a cerrar en unos 45 millones”.
¿Cuánto invierte Coltejer en innovación?
“Podría decir que entre la formación de personas, los viajes a ferias, los procesos de investigación y desarrollo de las telas (algunas no salen al mercado), y eso involucra hacer muestras y presentárselas a los clientes, nos podemos gastar al año unos 2,5 millones de dólares”.
Y, ¿en modernización de plantas y maquinaria?
“Tenemos un plan y, dentro de este, contemplamos pasarnos para Rionegro en muy corto plazo. La idea es ejecutar inversiones importantes en tecnología, reemplazar algunas máquinas que ya sentimos que es hora, pero una cosa paradójica, ni siquiera para volvernos más productivos, es básicamente, para buscar capacidad de innovación. Queremos máquinas que nos permitan hacer telas distintas, que nos posibiliten ofrecerle a los clientes más diversidad y mayores opciones para que ellos innoven”.
Es decir, ¿las inversiones están condicionadas al traslado hacia Rionegro?
“Sí. Esa es una visión que tenemos clara: más temprano que tarde tenemos que empezar a pasarnos. Nos moveremos hacia allá. En este momento estamos terminando de definir a qué velocidad nos vamos a mover y dependiendo de eso la inversión estará concentrada en 2019 o 2020. El traslado no está en cuestión, el interrogante es cuándo. La localización es buena y el terreno que tenemos allá es suficientemente grande para proyectar crecimientos a futuro. Depende de cosas que están pensándose desarrollar en el lote de Itagüí”.
¿Cuál sería el destino del actual espacio?
“Este es uno de los espacios más grandes del sur del Valle de Aburrá y podría ser un complejo inmobiliario, pero esa es una discusión de la junta directiva y del principal accionista, el Grupo Kaltex de México. Se han tenido acercamientos con desarrolladores y expertos del mundo inmobiliario y trabajamos en buscar las mejores alternativas con ellos”.
¿Participaría Coltejer como socio de ese desarrollo inmobiliario o su interés es solo vender e irse?
“Si hay una oferta extraordinaria solo venderíamos. Estar como socio en ese desarrollo es otra posibilidad atractiva. Todas las posibilidades las estamos estudiando”.
¿Cómo cerrará el 2018?
“Si tomo el estado de resultados, no vamos a salir muy bonitos en la foto. Este año ha servido para hacer un ejercicio muy juicioso de limpiar números, liquidar inventarios que quedaban de años anteriores y, para ello, buscamos aliados. Hace poco les decíamos a unos banqueros que nuestros resultados no son los mejores, pero las cuentas no nos hacen justicia porque aquí están pasando muchas cosas buenas que todavía no logran cambiar las cifras, pero sí pasan cosas positivas”.
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