El proyecto de ley que busca un etiquetado frontal en los productos no saludables volverá a debatirse en la legislatura que iniciará el próximo 20 de julio, mientras los empresarios y comerciantes exponen reparos a la iniciativa.
Jairo Cristancho, presidente de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, explicó que el hundimiento del proyecto se dio por falta de tiempo en la discusión de la totalidad de la agenda legislativa.
“Estamos de acuerdo con el etiquetado, es muy importante saber qué vamos a consumir, el tema de grasa, azúcar y sal hay que conocerlo. Incluso yo estoy proponiendo un etiquetado naranja para los productos saludables, para que la industria trabaje en generar productos saludables; que usted vaya al supermercado y ojalá consuma esos productos”, sostuvo Cristancho.
Mientras el dirigente político espera que todos los partidos aporten modificaciones para el proyecto y fortalecerlo en las próximas sesiones del Congreso, desde la dirección de la Cámara de la Industria de Bebidas de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Felipe Torres, señaló que quienes proponen el modelo de etiquetado advertencia “no han medido el costo-beneficio de este para le economía y el comercio exterior colombiano teniendo en cuenta que este tipo de etiquetado no está homogenizado con países con los cuales están suscritos Tratados de Libre Comercio (TLC), lo cual supondría un incumplimiento a obligaciones internacionales y expondría al país a demandas por establecer obstáculos técnicos al comercio.
El etiquetado frontal, según el gremio, debe ponderar el impacto de su implementación en diferentes ramas de la economía (agricultura, agroindustria, industria, comercio exterior) y en los diferentes segmentos de la cadena (micro, pequeña y medianas empresas) ya que sus implicaciones no solamente se conciernen al ámbito de la salud pública.
“Estas discusiones deben considerar el impacto de la industria que es un motor del desarrollo del país. Las industrias de alimentos y de bebidas generan 278.000 empleos y su participación en el Producto Interno Bruto (PIB) manufacturero es de alrededor del 28,2 % y del 3,7 % del PIB nacional. En 2018 las exportaciones fueron de 950 millones de dólares y la producción están representada en los 32 departamentos del país, incluyendo el Distrito Capital”, comentó el director de la Cámara de la Industria de Bebidas de la Andi.
No obstante, la Cámara de Bebidas admitió que está de acuerdo con que se establezca, de manera obligatoria, el etiquetado frontal informativo en Colombia y, de la misma manera, a que se reitere el compromiso para contribuir con sólidos argumentos técnicos y económicos a que el debate en el Congreso cuente con información rigurosa, confiable, transparente y libre de presiones.
Por su parte, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), calificó como equivocada la iniciativa propuesta en el proyecto 214, que estuvo en trámite en el Congreso.
De acuerdo con Eduardo Visbal, vicepresidente de Fenalco la propuesta no cumplía con su fin último, que es informar responsablemente al consumidor y por el contrario afectaría al comercio, ya que el etiquetado propuesto en el proyecto descalificaba a la mayoría de alimentos procesados que son vendidos en las tiendas y comercios del país.
Además, el proyecto tampoco cumplía con los estándares técnicos. El gremio hizo énfasis en que cualquier disposición que se introduzca en el ordenamiento jurídico colombiano en materia de etiquetado de productos, tiene que ser consecuencia de un reglamento técnico, por lo cual es necesario hacer un análisis de impacto normativo para evitar que la medida constituya un obstáculo técnico al comercio.