La Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi) presentó una nueva herramienta de medición de competitividad, en la que compara a las compañías del país con las de otras 63 naciones, en siete dimensiones o aspectos claves.
Se trata del Índice de Competitividad Andi que analiza los dinamizadores del crecimiento del sector privado, los niveles de formalización, la certidumbre jurídica, el entorno competitivo, así como los avances en internacionalización, innovación y emprendimiento, y el desarrollo digital.
Según el presidente de la Andi, Bruce Mac Master, la intención es presentar un instrumento comparativo periódicamente (cada año), para enriquecer la información económica en Colombia y fortalecer la identificación de los retos que afronta el país y en particular sus compañías.
A diferencia de los indicadores que construye el Consejo Privado de Competitividad (CPC), el modelo diseñado por la Andi acude a fuentes distintas de información. Recoge datos de un menor número de países frente a otros índices internacionales, y se centra en aspectos asociados a la competitividad de las empresas y no tanto a datos estructurales.
Este primer ejercicio ubicó a Colombia en el puesto 58, por encima de Venezuela, Argentina, Brasil, Mongolia y Perú. El top 5 está integrado por Singapur, Suiza, Dinamarca, Luxemburgo y Hong Kong (ver Gráfico).
“Este instrumento no es para flagelarnos ni para elogiarnos. Es para identificar dónde tenemos que trabajar y mejorar”, manifestó el dirigente gremial.
A su turno, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, resaltó los esfuerzos del sector manufacturero. “El Gobierno también ha hecho una apuesta por el crecimiento económico muy fuerte, y esa opción comprende destrabar la iniciativa privada mediante la eliminación de regulaciones inoficiosas y excesivas. Además, se redujo la tasa efectiva de tributación empresarial que era muy alta”.
El funcionario reconoció que la tarea no está terminada y que es necesario consolidar lo resultados en materia fiscal. “La deuda colombiana sigue siendo alta, hay turbulencia externa y es necesario ser conscientes de eso, por lo que tenemos unas reservas y unos seguros, ante las eventuales contingencias derivadas de la guerra comercial entre Estados Unidos y China”.
Sobre la posibilidad de una nueva crisis económica internacional por el conflicto de esas dos naciones, el profesor de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, mencionó que esa coyuntura es muy retadora para los bancos centrales, que en los últimos días se han tenido que preocupar por la devaluación del yuan (la moneda china) y efectos como la mayor tasa de cambio del dólar, que en Colombia llega hoy a 3.447,76 pesos.
“El mundo está inmerso en dinámicas de alta volatilidad, incertidumbre y nerviosismo y que los cambios políticos vividos por países como Venezuela y Argentina, recientemente, podrían desencadenar una nueva crisis de deudas y dificultades para el sistema bancario”, advirtió el economista, quien aconsejó no perder de vista las tensiones entre Estados Unidos e Irán, que podrían impactar negativamente al mercado petrolero.