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Qué hay detrás del decreto sobre proyectos piloto de fracking

El Ministerio de Minas y Energía socializó el decreto que fija las bases para proyectos piloto de este tipo en Colombia. Contamos qué hay detrás.

  • El fracking permitiría 7.500 millones de barriles de petróleo adicionales en el país. FOTO: Colprensa
    El fracking permitiría 7.500 millones de barriles de petróleo adicionales en el país. FOTO: Colprensa
Fracking, ¿carta del país para comprar tiempo?
04 de marzo de 2020
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Ayer, casi al tiempo que la Contraloría General de la República aseguró que a Colombia le queda un año de autosuficiencia en gas natural, el Ministerio de Minas y Energía socializó el decreto 328 que fija los lineamientos para llevar a cabo pilotos de fracking –fracturación hidráulica– en el país (ver Paréntesis).

En el documento difundido por la cartera mineroenergética se definió que las empresas que deseen adelantar estas pruebas deberán hacer la solicitud ante la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y cumplir los requisitos para este propósito que exigen, tanto esa entidad, como la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla).

¿Y qué tiene que ver la advertencia de la Contraloría con el anuncio del Ministerio? Que el fracking sería una de las medidas para combatir el potencial desabastecimiento de gas natural y petróleo que enfrente el país.

Por lo menos así lo consideran expertos del sector consultados por EL COLOMBIANO. El primero de ellos, Amylkar Acosta, exministro de Minas y Energía, quien apuntó: “estamos en una situación muy precaria en cuanto a las reservas de petróleo y de gas; en crudo estamos a seis años de perder la autosuficiencia, y en gas, a uno”.

Añadió que la única manera que existe de evitar esta crisis “es aumentar la tasa de recobro –sacar más petróleo del mismo pozo–, potenciar la operación offshore –extraer más gas en las costas marítimas–, y explotar los Yacimientos No Convencionales (YNC)”.

Perspectivas

Lo planteado por Acosta lo establece el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP), que enfatiza los propósitos de política fiscal del país, en el que se asegura que las reservas de hidrocarburos han ido “declinando paulatinamente y tienen un alcance limitado” y que, en tanto, la explotación de los YNC le daría ingresos totales, a 30 años, de 324 billones de pesos al país y una adición de 7.500 millones de barriles de crudo.

Para Carlos Rodado, expresidente de Ecopetrol, si se respetan las buenas prácticas como en Estados Unidos y Canadá “el fracking no tendría inconvenientes y deberá analizarse ante la situación de apremio que significa el desabastecimiento de hidrocarburos líquidos y gaseosos”.

Por su parte, José Roberto Acosta, profesor de economía de la Universidad Nacional, apunta que el fracking es una medida para “comprar tiempo” ante el agotamiento de reservas y que el Gobierno está en mora de agilizar la transición energética hacia fuentes renovables no convencionales. Hay que recalcar que, de momento, solo se harán pruebas piloto más no comerciales de fracturación en el país.

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