El precio internacional de los agro-fertilizantes se ha incrementado un 30% desde enero debido al conflicto entre Rusia y Ucrania. En consecuencia, hay temor por el efecto que esto pueda causar en el costo de la canasta básica para las economías emergentes, incluida la colombiana.
El incremento lo registró British Commodities, un portal especializado en el mercado agrícola global, que explicó cómo la guerra entre estos países está generando escasez de insumos, algo que terminaría por encarecer todavía más el precio de los alimentos (ver Paréntesis).
Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) señalan que Rusia fue el mayor exportador de suministros como la urea y el segundo mayor proveedor de fosfatos en 2021.
Un efecto desigual
Juan José Perfetti, investigador del agro asociado a Fedesarrollo, coincidió en que esto causará un incremento para el productor agro y, su vez, para el consumidor. Sin embargo, indicó que no todos los países ni todos los agricultores se verán impactados en la misma medida.
Colombia, por ejemplo, es un país sensible a la interrupción del suministro ruso. Según el Ministerio de Agricultura, en 2021, el 20% de todos los fertilizantes importados provenían de esa nación euroasiática, eso equivale a 437.876 toneladas de insumos básicos para los cultivos (ver gráfico).
“Esto afecta la rentabilidad de los agricultores y cada uno responderá de diferentes maneras”, comentó Perfetti al indicar que, posiblemente, ante la carestía de estos insumos, una parte de los productores podría mermar la cantidad de sus cosechas.
Cristian Sepulveda, coordinador de Compras de la Federación Colombiana de Productores de Papa (Fedepapa), indicó que la racha alcista se viene observando desde julio del año pasado. Y aunque los precios de referencia internacional han subido 30% en lo corrido del año, para el contexto local, tal como lo señaló, el incremento puede superar el 50% al incluir costos de transporte, cargue y descargue.
Al ser preguntado sobre posibles acciones para mitigar esta situación, Perfetti sostuvo que no hay mucho margen de maniobra y por ahora, el Gobierno ha intentado contener la inflación suspendiendo el cobro de aranceles a una lista de productos.
De otro lado, afirmó que utilizar fertilizantes de origen orgánico podría ser una estrategia de cara a contener un poco el choque de la guerra en Europa y evitar una presión adicional sobre los hogares colombianos, que estan enfrentando un costo de vida disparado desde 2021, principalmente, por el alto costo de los alimentos.
Familias comen menos
Sonia López, docente e investigadora de la Universidad Javeriana, ha detectado en sus trabajos de campo que, ante el aumento acelerado en el precio de los comestibles, algunas familias optan por renunciar a las proteínas de origen animal como las carnes de res, cerdo y pollo.
Para Samuel Vanegas, profesor de la misma universidad, esta crisis inflacionaria debería incentivar varios ajustes en el país. Por ejemplo, confirmó un diagnóstico de vieja data: mejorar las vías terciarias disminuiría el tiempo y los costos del transporte para los alimentos. Y así mismo, defendió que los intermediarios terminan incidiendo el precio de cara al comprador final.
En este contexto, la profesora López expuso que “un paso importante que tiene que dar el siguiente gobierno nacional es pensar en que podamos generar nuestros propios insumos, eso nos haría más autónomos”