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De la situación financiera de DelosAndes Coffee INC, filial de la Cooperativa de Caficultores de Andes domiciliada en Estados Unidos, dependerá en buena medida el rumbo de esa entidad, que fue intervenida por la Superintendencia de la Economía Solidaria (Supersolidaria) en noviembre.
El superintendente, Ricardo Lozano, explicó que el agente especial, Alejandro Revollo, continúa con la evaluación de la situación financiera, y en particular en la filial estadounidense, tarea que por su complejidad ha demorado la entrega del informe de la intervención. “Estamos a la espera de la auditoría que se está adelantando con el apoyo de la firma Deloitte”, indicó el funcionario.
La resolución por la cual se ordenó la toma de posesión de los bienes, haberes y negocios de la cooperativa estimó un plazo inicial de dos meses y estipuló una prórroga por un periodo igual. Revollo le confirmó a EL COLOMBIANO que la medida se extendió hasta marzo (ver Radiografía).
Para intervenir a DelosAndes, hace dos meses, la superintendencia argumentó que la entidad tuvo un manejo no autorizado e inseguro. En ese contexto, este diario conoció documentos que advirtieron de las posibles irregularidades que se habrían cometido.
En junio, por ejemplo, el caficultor Alexánder Taborda solicitó a la Supersolidaria revisar y emitir un concepto sobre la legitimidad o improcedencia de las decisiones adoptadas por la junta de vigilancia de la cooperativa en diciembre de 2018, en el sentido de archivar un proceso contra uno de sus consejeros.
Frente a esa petición, la superintendencia respondió que el asunto no era de su competencia, y recordó que la ley faculta a las organizaciones solidarias para que dicten su regulación interna.
Otros textos corresponden a las cartas de renuncia que en septiembre y octubre de 2015 presentaron Elizabeth Escobar y Omaira Arias, quienes se desempeñaban como coordinadoras de Control Interno y Jurídica de la cooperativa, respectivamente.
Para esas fechas, ambas empleadas adujeron como sus reiteradas iniciativas para hacer más transparente la gestión de la entidad solidaria no fueron tenidas en cuenta.
Escobar mencionó como las visitas a dependencias de DelosAndes en varios municipios del Suroeste antioqueño evidenciaron la falta de control y de supervisión en puntos de atención. Recibos manuales, cartera colocada y facturas sin autorización fueron algunos de los hallazgos detectados y frente a los cuales no hubo correctivos.
Arias, por su parte, alertó como a mediados de 2015 se encargó al Departamento Jurídico de la atención de la operación de los contratos de café a futuro, tarea que a su juicio debía estar a cargo del área comercial.