“Lo que nos dice realmente si comprar Aguas de Antofagasta (Adasa) fue una buena inversión son los números y 14 meses después de operar la compañía, podemos decir que sí”. Con estas palabras el gerente de la filial chilena de Empresas Públicas de Medellín (EPM) Fredy Zuleta Dávila, inició ayer la conversación con EL COLOMBIANO.
Durante 2015, la compañía logró ingresos por 131,1 millones de dólares y su proyección para este año es alcanzar los 132,7 millones, es decir, 1,18 % más. Con un Ebitda (flujo de caja operativo) al año pasado de 66,5 millones de dólares, “estamos demostrando con hechos que todo lo que se ha dicho de la operación es infundado y que Aguas de Antofagasta es una inversión sólida”, agregó.
Argumentos ante críticas
Hace referencia a las repetidas críticas sobre la estrategia de expansión que llevó a que, en junio de 2015, EPM tomara control de la empresa chilena, tras desembolsar 965 millones de dólares, en la adquisición más grande que ha hecho la multilatina municipal en su historia.
De hecho este año, proyecta el funcionario, la filial en Chile generaría una utilidad a EPM de 25,8 millones de dólares, unos 86 mil millones de pesos al cambio actual.
Además, recientemente, la concejala Luz María Múnera (Polo Democrático), cuestionó la actuación de EPM. A su juicio sacó “plata de un bolsillo para meter en el otro y endeudar a Adasa”.
Con esto, la corporada se refirió al crédito por 400 millones de dólares que tomó la compañía chilena y que fueron transferidos a EPM. Zuleta explicó que “este es un movimiento natural para las empresas y el nivel de endeudamiento de Adasa era cero, antes de esa transacción y el peso de los intereses de la deuda sobre el Ebitda es de solo 5 %, muy manejable”.
Con el dinero desembolsado por la banca chilena a Adasa, EPM prepagó parte de la deuda adquirida para comprar esta subsidiaria.
La inversión a largo plazo
Actualmente, el negocio de EPM en Chile participa con el 4 % de ingresos consolidados y un 6 % del total de 593 mil millones de pesos de utilidades que obtuvo el grupo en el primer semestre del año.
“Sabemos y tenemos toda seguridad que en esta empresa no hay cifras maquilladas ni mentirosas, los ingresos por los dos mercados son predecibles, estables y nos permiten tener grandes expectativas del negocio”.
Frente a los cuestionamientos por la lenta recuperación de la inversión de EPM (hasta el año 2033) y lo costosa operación de la compañía, Zuleta dijo que, “al contrario, Adasa genera mucha caja con un margen Ebitda de 58 %, así que proyectamos que podremos pagar la deuda sin problemas y generar el retorno de la inversión, incluso, antes de lo proyectado” (ver Opinión).
Agregó que ese margen del flujo de caja es similar al que tiene el negocio de generación de EPM, que representó 49 % de los ingresos a junio.
Para dónde va el negocio
Adelantó que al año 2020, la visión del negocio de Adasa será alcanzar 50 % de ingresos del mercado no regulado de aguas en Chile, es decir con clientes industriales que, en la desértica zona de Antofagasta son mineras. Actualmente, la composición de ingresos es de 65 % mercado residencial y el restante 35 % no regulado.
“Cerramos con 170 mil hogares conectados al servicio y unas 50 empresas mineras. Lo clave es que por esas compañías facturamos 45,9 millones de dólares en 2015”.
Para ganar mercado no regulado, Adasa invertirá 10 millones de dólares en 2017 en construir una planta de desalinización adicional y ganar capacidad instalada para la demanda industrial.
“Para ese proyecto ya tenemos terrenos y estamos en aprobación ambiental, pero vendrán más ampliaciones de plantas, porque hay gran proyección de crecimiento en la zona”, acotó Zuleta.
Sin embargo, este año ya se amplió el complejo de desalinización de Adasa, el más grande de América Latina, con una planta adicional que iniciará a operar desde septiembre y dará impulso financiero a la compañía.
El presupuesto de inversión para este año asciende a 53,6 millones de dólares, un 40 % destinado a la ampliación de dicha planta, que costó 20 millones de dólares: “es un proyecto que ya venía en marcha cuando compramos la empresa”, aclaró su gerente.
¿Dónde está la diferencia?
Ahora bien, el directivo aseguró que la decisión de invertir en Chile le agrega valor a la estructura de negocio de EPM como multilatina, pues “el negocio de servicios públicos en ese país es muy demandado”.
Reveló que, en el total del mercado de agua en Chile, Grupo EPM con Adasa tiene el 7,7 % de participación de mercado, lejos del 42 % que tiene el mayor jugador del país, la española Aguas de Barcelona.
“Lo que nos diferencia es que estamos en una zona minera, donde están las mayores reservas de ese país y ninguna empresa chilena tiene tanto mercado no regulado como Adasa”, concluyó Zuleta.