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Hasta la marca Pilsen que produce Bavaria en Itagüí será absorbida en
la megafusión que cerrarán esas cerveceras en las próximas semanas.
El mercado local no escapa a la multimillonaria jugada que deberá quedar en firme a más tardar el próximo 28 de octubre y con la que Anheuser-Busch InBev (AB InBev) busca incorporar a SABMiller para conformar la primera compañía cervecera por producción y ventas.
Bavaria, subsidiaria de SABMiller en Colombia, estará en la canasta de esta transacción estimada en 119.000 millones de dólares, es decir unos 339,8 billones de pesos (a la TRM del lunes 2.855,74 pesos), que equivalen a 1,5 veces el presupuesto colombiano para el próximo año.
Así que quedan bajo el mismo dueño marcas de Bavaria como Póker, Club Colombia, Águila, Costeña y Pilsen, con las que controla el 98 por ciento del mercado nacional, y se destaparán más otras como Budweiser, Stella Artois y la mejicana Corona.
Pero el negocio no solo abarcará a marcas líderes del mercado cervecero colombiano, también tocará a la industria artesanal de esas bebidas. En mayo pasado, la firma Bogotá Beer Company (BBC), que fabrica unas once referencias de cerveza, fue adquirida por AmBev de Brasil, filial de AB InBev.
Ese tipo de detalles hacen pensar que el plan de las empresas es complementarse, toda vez que AB InBev busca fortalecer su posición en América y Europa con la presencia de SABMiller en mercados de rápido crecimiento en África y Oceanía.
El nuevo grupo combinaría en Colombia las cervezas Budweiser, Stella Artois y Corona de AB InBev con las marcas Peroni, Grolsch y Pilsner Urquell de SABMiller.
La inminencia del negocio, hizo que las acciones de SABMiller, ayer, en las bolsas de Milán y Londres escalaran un 9 por ciento y las de AB InBev avanzaron un 1,7 por ciento.
Un componente fundamental en la anunciada megafusión de las cerveceras ha sido la familia del fallecido industrial colombiano Julio Mario Santo Domingo, dueña del 14 por ciento de SABMiller.
La prensa de Estados Unidos (Wall Street Journal, New York Times y Financial Times) ha resaltado el rol de Alejandro Santo Domingo y su primo Carlos Pérez Dávila, quienes habrían sido determinantes para que SABMiller rechazara en cuatro ocasiones las ofertas planteadas por InBev.
Ayer, luego de un mes de intentos, se anunció que la multinacional belga AB InBev y la británica SABMiller llegaron a un principio de acuerdo. Tras el anuncio, la firma evaluadora de riesgo Fitch Ratings, citada por la agencia AP, insistió en que la operación podría reducir la calificación de AB InBev.
El director de Fitch, Giulio Lombardi, advirtió que la deuda de 125.000 millones de dólares de la empresa podría ser demasiado grande, debido a que el mercado se está complicando en los países desarrollados y emergentes.
Otro aspecto en contra de la negociación es que por su magnitud, posiblemente, encuentre resistencia por parte de las autoridades reguladoras, principalmente en Estados Unidos y China. En ambas países se preocuparían porque la competencia resulte afectada y se reduzcan las opciones para los consumidores.
Frente a esa inquietud, AB InBev indicó que “estaría de acuerdo con (adelantar) un compromiso (de) mejores esfuerzos para obtener cualquier autorización regulatoria necesaria para proceder al cierre de la transacción”.
Además, AB InBev se comprometió a reconocer el pago de 3.000 millones de dólares, a favor de SABMiller, en caso de que la transacción no se cierre por la falta de las autorizaciones o que sus accionistas no aprueben la operación.
Periodista de economía de El Colombiano. Oidor de tangos. Sueño con una Hermosa sonrisa de luna.